UN ESPACIO PARA...

COMPARTIR LOS COMENTARIOS Y OBSERVACIONES QUE HACEMOS DE LAS PELÍCULAS QUE DISFRUTAMOS EN NUESTRO TIEMPO LIBRE. GENERALMENTE TIENEN COMO TEMA CENTRAL A LA MUJER Y BUSCAMOS UN TIPO DE CINE QUE NOS PERMITA ACERCARNOS AL SER HUMANO CON PRUDENCIA Y LEALTAD.



lunes, 29 de agosto de 2011

SAMSARA

“-¿Cómo evitar que una gota se seque?
-Arrojándola al mar”
Este interrogante o acertijo budista, que vemos al comienzo de la película y que al final repite su aparición con la sorprendente respuesta, enmarca la trama de SAMSARA. Una película independiente cuyo director es el hindú Pam Nalin, quien después de una formación autodidacta en el cine, pudo mostrar coherencia con su cultura y trasladarnos al Himalaya con este drama sensual, erótico y religioso. Y como él mismo lo dice “al ritmo de los latidos del corazón como si de una hipnosis se tratara”. Grabada en el 2001, esta película nos muestra en 136 minutos un buen trabajo actoral realizado por  numerosos actores profesionales aunque desconocidos,  procedente de 15 países y escogidos después de un riguroso casting. Los personajes principales Tashi y Pema son representados por Shawn Ku y Christy Chung procedentes de Nueva York y Hong Kong respectivamente.  El sitio donde se filmó llamado Ladakh o la Tierra de la luna, una región de difícil acceso por su altura, aridez y tensiones políticas, es otro de los aciertos pues fue difícil obtener el permiso para llevarla a cabo. Puede decirse que es la más valiosa elección ya que se pudo contar con un color y una luz que le dan un matiz especial a los trajes de los monjes y a los paisajes naturales que armonizan los ambientes de esta película, cargada de muchos silencios y de una gran belleza de imágenes.   

Vale la pena explicar el significado de la palabra Samsara. Para el budismo es el ciclo de la vida, muerte y reencarnación. Es también “el continuo dilema de vivir”. Se dice que dicha reencarnación trae dolor y sufrimiento, presentes en el individuo hasta que éste la trasciende y puede alcanzar la liberación o sea el ideal del Nirvana. Ese vagar por el mundo o ese deseo de vivir  es lo que el protagonista de esta película quiere experimentar antes de decidirse por el camino de la iluminación (liberación absoluta de todo sufrimiento).  Tashi regresa a su monasterio de monjes budistas después de un largo periodo de reclusión voluntaria. Lo vemos recuperando sus sentidos y su imagen corporal después de tres años, tres meses y tres días de meditación en un paraje perdido de la región de Ladakh en el Himalaya. Lentamente va incorporándose a la vida e inicia la búsqueda de su sentido, encontrando posibilidades que no quiere ignorar. Uno de sus maestros le ayuda en esta decisión y le permite ingresar al mundo del deseo, experimentarlo, para más tarde renunciar a él como lo hizo Buda. Se da entonces un despertar de su vida sexual que lo lleva a seguir a Pema, una joven procedente de una villa cercana, por la que siente gran atracción y finalmente amor. Con ella se casa, tienen un hijo llamado Karma y trabaja la tierra, enfrentando a su lado todos los pormenores como individuo activo de una sociedad. Experimenta alegrías y satisfacciones, pero también rivalidades, desesperanza ante el incendio de los cultivos e infidelidad que lo sumen en un gran silencio.  Se cuestiona el sentido y la utilidad de esta vida, y renuncia a ella de manera callada, emprendiendo el camino a su antiguo mundo. Pema sale en su búsqueda, lo encuentra y con su gran personalidad logra cuestionarlo severamente. 

“¿Qué es más importante: satisfacer mil deseos o conquistar uno solo?”
¿Será mejor permanecer en la vida terrena al lado de los seres que ama o regresar al monasterio para dedicarse a la vida ascética como única opción para encontrar la iluminación? ¿Es preferible escoger una ruta llena de variadas satisfacciones pasajeras o buscar aquella que proporciona la liberación de todo sufrimiento? La respuesta será dada por el espectador. Sin embargo, si nos atenemos al concepto budista encontraremos respuestas como la que aparece en el acertijo inicial. Aquí la gota es cada ser que estará libre de se seque o encuentre problemas y dificultades si regresa al mar (al todo, dios). Es decir, la gota y el océano forman parte de un mismo ser, están en la unidad. Por ello, consideramos que esta película es un cuestionamiento al Budismo, por cuanto la experiencia terrenal vivida por Tashi resquebraja la esencia de su doctrina, al tiempo que muestra que la iluminación es posible en las vivencias cotidianas, como lo expresó Pema. Lo tenaz de la vida es vivirla con su luz y su sombra; ella nos plantea continuos desafíos ante los que debemos optar por una decisión, esperando sea la correcta. Finalmente importa tratar de entender el mundo y la trascendencia del hombre en cualquier lugar que éste habite.
Cualquier experiencia ayuda a hallar el camino”

martes, 23 de agosto de 2011

LA OTRA BOLENA

Una película que muestra cercanía con los hechos reales pues está basada en la novela de Phillipa Gregory quien relata una historia más ceñida a la realidad. Así la propuesta de uno de nuestros lectores, de dar la información histórica para aumentar la validez de las reseñas cobra fuerza y resulta valiosa su observación. Su director Justin Chadwick se acompaña de los actores Natalie Portman, Scarlett Johansson y Eric Bana para llevar a cabo este film en el año 2008 marcado por el romance, la intriga y la traición. LA OTRA BOLENA está dedicada a resaltar la imagen de María, hermana de Ana, quien junto con su hermana desempeñó un papel importante en la Inglaterra de 1520 al lado del rey Enrique VIII.  

Los ambiciosos padre y tío de las hermanas Bolena aprovechan la situación del rey Enrique VIII que se encuentra desesperado porque su esposa Catalina de Aragón es incapaz de darle un hijo varón, necesario para afianzar su soberanía. Deciden que sea Ana quien atraiga al soberano y logre conquistarlo para cumplir su propósito. Sin embargo, el interés inicial de Enrique VIII es María que acaba de casarse, y debe olvidarse de su vida familiar en la provincia para ir a vivir a la corte. Allí concibe un hijo para el rey, pero su hermana Ana que no se resigna a su papel de ignorada, sólo quiere apartarla de él y la convierte en su más fuerte rival hasta llegar a ser su consejera, su confidente, su amante y su esposa. Poco le importan la Reina Catalina, María y su hijo bastardo, los que hace a un lado para llegar hasta el trono de Inglaterra. La inteligencia de Ana y su astucia logran conquistar al rey, hasta que éste descubre su ambición y de que intenta engañarlo al no poder darle un heredero. Su castigo será la muerte y ante esta decisión poco vale la presencia de su hermana María que busca, a pesar de todo, salvarla de la pena capital. María es, finalmente, la única capaz de asumir su propia vida lejos de la corte para ser feliz.

Ana Bolena es recordada por la historia como una reina astuta y codiciosa, pero al mismo tiempo  como una de preferidas por el pueblo de Inglaterra.  La película se olvida de este último detalle y la convierte en una reina ignorada y luego odiada por sus súbditos que apoyan la última sentencia del rey.  Igualmente, este film ignora hechos importantes en los sucesos de Inglaterra como la aparición de una de las mayores  crisis religiosas a partir del divorcio de Enrique VIII y de su esposa Catalina cuando se dio la separación de Roma y el catolicismo, y debido a esto la nación se convirtió al anglicanismo. Sin embargo, reconstruye de manera casi real la desconocida historia de María Bolena, la extrema rivalidad existente entre ella y su hermana por llegar al corazón del rey, las consecuencias que se vivieron después, y los espacios propios del siglo XVI con vestuarios y locaciones especiales. Resulta obligatorio resaltar la ambición del rey y su poder a modo de deidad en palacio. “El arte de ser mujer es saber que ellos son los que mandan” está impreso en la mentalidad de las protagonistas de esta historia en la que cualquier cosa que el rey decida es ley. Difícil imaginar en este contexto un verdadera historia de amor, ya que aquí solo funciona con poder y posesión. Un drama histórico de la época del renacimiento en manos del cine norteamericano.

¿DESDE CUÁNDO LA AMBICIÓN DEJÓ DE SER PECADO
PARA CONVERTIRSE EN VIRTUD?

martes, 16 de agosto de 2011

ISABEL I: LA EDAD DE ORO

Muchas críticas ha recibido esta película, llamada en inglés Elizabeth: The Golden Age, por cuanto no es fiel a los acontecimientos históricos que relata, pero estos comentarios llevan a la observación de que el cine es un arte que se acerca a la realidad sin olvidar que como arte comulga con patrones inherentes a su forma de expresión y con cierta libertad para manifestarse. Sin embargo, trata de interpretar una época que refleja la lucha de la reina Isabel I por conservar su trono en medio de conspiraciones y traiciones familiares, de enemigos que intentan aniquilarla y del amor que debe controlar porque es figura emblemática del mundo occidental. Esta mujer, de 38 años, es la reina de Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVI, “La Reina Virgen”, "La Madre del Pueblo" y "La Buena Reina" que gobernó durante más de 40 años. A la vez que tiene inseguridades y debilidades manifiesta grandes aciertos ya que ama inmensamente a su patria y lo demuestra con creces, aun a costa de su propia vida y del mismo amor. Es la reina que lucha, que conjuga poder con grandeza de alma, que es mujer por encima de todo.

Isabel I es protestante y sabe que en la Europa de su reinado se ha iniciado un cambio religioso por lo que el poderoso rey español Felipe II quiere conquistar su país para imponer el catolicismo y destronarla apoyado por su ejército y la Armada Invencible. Mientras tanto, muchas propuestas de príncipes y monarcas europeos le llegan a la reina para que contraiga matrimonio, a lo que ella responde con desinterés. A la vez, se presenta en su corte Walter Raleigh para ofrecerle presentes de su viaje al Nuevo Mundo como el oro, las patatas y el tabaco, y algunos indígenas americanos. Rechaza el oro, pero acepta los otros regalos, al tiempo que experimenta atracción por este pirata como lo llaman sus embajadores en señal de rechazo. Para tenerlo cerca, la reina Isabel I se lo recomienda a su dama de compañía preferida, situación que ésta aprovecha hasta conquistarlo.  Este peligroso acercamiento provoca la enemistad de la reina y encarcela a Raleigh, pero es la misma reina quien decidida a entregarse por completo a su país debe acudir al mismo Raleigh para que le ayude a combatir al enemigo nombrándolo Jefe de la Guardia Real. Así, van a la guerra y mientras la flota española que supera a la flota inglesa recibe una fuerte tormenta, la Armada Invencible es diezmada, situación que aprovechan los ingleses para disparar cañones contra los españoles y vencerlos. Mientras tanto, su consejero de confianza Francis Walsingham que trabaja para consolidar el poder monárquico absoluto se da cuenta que alguien trama la desaparición de la reina para apoderarse de su trono, y es la propia María Estuardo, prima de la reina, quien teje este complot.

Vamos a la guerra. Si morimos vamos a quedar en el cielo.
Si vivimos quedaremos en el campo de victoria.
Su director paquistaní Shekhar Kapur, en 114 minutos que tiene la duración de este drama, hace un trabajo de gran riqueza visual con buenos actores, increíble vestuario y excelente despliegue de cámara para conseguir escenas bien logradas como las presentadas en la corte y en el campo de batalla. Cate Blanchett realiza un papel protagónico de alta calidad al igual que muchos de sus acompañantes que se hicieron presentes en la primera versión de esta película en 1998. Fue nominada al premio Oscar por su desempeño actoral, al igual que en la versión anterior, sin lograr la estatuilla. En cambio, esta versión sí recibió el Oscar por el mejor vestuario.

lunes, 8 de agosto de 2011

LA JOVEN VICTORIA

Interesante llegar al tema de la monarquía y más aún protagonizado por una mujer: La reina Victoria. Una reina de la que se conoce su historia, la viuda de Windsor, marcada por la soledad y el luto permanente, pero poco se sabe de su adolescencia y juventud. Aparece entonces LA JOVEN VICTORIA, una historia humana en la que brilla el amor y la fuerza de una mujer que supo luchar en un mundo de hombres y aprender a tomar sus propias decisiones cuando apenas contaba con 18 años. En esta película, Emily Blunt, nominada al Globo de Oro como mejor actriz dramática, aparece representando a una joven de 16 años que muy pronto asumirá el trono de Inglaterra, como única heredera del rey William IV. Cuando es coronada reina en 1838, tras la muerte de su tío, debe hacer frente a muchas intrigas y conflictos políticos que se encargan de hacerle difícil el manejo del reino y amilanar su papel. Debe también enfrentar la oposición de su madre, la Duquesa de Kent, y de su asesor Sir John Conroy, quienes la consideran incapaz de asumir el trono y desempeñarse como reina. Se da un cambio vertiginoso en su vida: pasa de vivir constantemente vigilada y controlada por su madre a ser una mujer independiente y poderosa. No es fácil lograrlo, pero puede demostrar que tiene capacidades para ello. Por fortuna, encuentra el amor de Alberto, su primo y sobrino del rey de Bélgica, a quien conoce antes del reinado y logran sostener una buena amistad hasta llegar al matrimonio siendo ésta ya reina. A su lado puede exhibir sus habilidades para el baile, la música, montar a caballo, pintar y demostrar todo su romanticismo. Sin embargo, frente a él muestra sus prevenciones, pues no desea que asuma un papel protagónico y tome decisiones políticas, sólo que sea su obediente esposo. Por su parte, el pueblo la ama, pero debe enfrentar las manifestaciones iniciales de inconformismo frente a su gobierno y variadas situaciones adversas como el ataque del que fue víctima su esposo.

En esta película encontramos un tratamiento diferente al tema de la monarquía. Vemos una reina totalmente natural, inquieta, libre y sobre todo muy humana, en una historia agradable, que da prelación a las vivencias humanas y al mundo sentimental que vive la joven aristócrata entre las paredes del palacio. A través de ella percibimos sus sufrimientos y angustias como queriendo dar una visión diferente a la usual; así como también el tratamiento a su pueblo que fue cercano, con reformas en vivienda y de una fuerte visión social, característica esencial de la era Victoriana. Aunque reinó durante 64 años, el reinado más largo de la historia británica, este filme se detiene en la historia juvenil, en los primeros años de la reina Victoria. Todo esto se refuerza en la película con el manejo de ritmos que da su director, Jean-Marc Vallée.  Va de escenas lentas a rápidas con la ayuda de la música, de preferencia clásica, y con la iluminación, desde tonos oscuros hasta lograr claridad y brillantez. Para lograrlo encuentra un gran apoyo en locaciones naturales como son los palacios, castillos y catedrales europeos, y en el vestuario que la hizo merecedora al premio Oscar. Una buena reconstrucción de la época que hace énfasis en la música, en la arquitectura y en la moda. “Era importante recrear el lujo y la belleza con la mayor precisión posible para hacer justicia a la historia”, lo dijo su director. Un drama romántico cargado de entretenimiento y satisfacción.

lunes, 1 de agosto de 2011

MUJERES QUE HICIERON HISTORIA

Después de muchas dificultades para tener esta película en nuestro cine club, logramos nuestro objetivo y pudimos disfrutarla como lo merecía. Nos sorprendió ver la historia real que muestra el arduo proceso que ha vivido la mujer para defender sus derechos y lograr la igualdad. Es una lucha que sigue vigente puesto que aún no termina. Todavía estamos inmersos en una sociedad patriarcal en la que vivimos situaciones de posesión, sometimiento, desigualdad, discriminación y frustración  como nos muestra esta película. Aquí encontramos a la mujer representando variadas facetas que abordan su mundo desde la moda y los sueños, hasta la vida de hogar, los conflictos familiares y laborales, y la injusticia en todos sus ámbitos. Sin embargo, su energía, esa poderosa fuerza que la descubre como líder, hace que se percate de sus inconformidades y de su posición política ante el colectivo trabajador y ante la vida misma, y asuma el reto histórico que le ofrece su destino. La vemos entonces descubriendo lo mucho que puede hacer por su género y encontrando la solidaridad de sus pares que se unen a la lucha por los derechos igualitarios de la mujer en el aspecto laboral. Llega así a cambiar favorablemente cánones, prácticas empresariales, y aún las leyes.
Mujeres que hicieron historia o Made in Dagenham, dirigida por Nigel Cole, está basada en hechos reales que sucedieron en Dagenham, Inglaterra en 1968. En ella, Rita O’Grady (Sally Hawkins) trabaja en la fábrica de automóviles Ford con 186 mujeres que se dedican a la costura de los asientos de los coches, en un lugar en ruinas, y allí encuentra una situación totalmente desigual en salario y en condiciones laborales, comparada con la de los hombres. Ella y las mujeres que la acompañan deben entablar una lucha para obtener salarios igualitarios, en condiciones semejantes, sin discriminación de género. Inician una huelga en la que Rita asume el liderazgo y pone en grave riesgo su matrimonio y hasta su estabilidad laboral. Son muchas las dificultades que debe asumir, pero, por fortuna, encuentra apoyo en el representante sindical y en la secretaria de Estado para el Empleo y la Productividad que ayudan a la obtención de sus logros y a que su papel tenga un protagonismo histórico. Consigue que la remuneración por el trabajo tenga igual valor que la del hombre, llamada Ley de Igualdad Salarial.


Esta película que nos reivindica como féminas es toda una apología a la solidaridad, al liderazgo descubierto al azar y bien capitalizado, y al poder combinado con  autoridad que viven ellas en muchas instancias de su vida laboral. Vale la pena recordar lo expresado por Marx: "El progreso de una sociedad se puede medir por la posición social del sexo débil. Cualquiera que conozca algo de historia sabe que los grandes cambios sociales son imposibles sin el fermento femenino". Un buen trabajo actoral puede verse en esta película, realizada en el año 2010, con una duración de 113 minutos y estrenada como comedia dramática en el presente año.

(Elaborado con aportes de Olga Lucía Jaramillo, Juana Echeverri y Rodrigo Rojas)