UN ESPACIO PARA...

COMPARTIR LOS COMENTARIOS Y OBSERVACIONES QUE HACEMOS DE LAS PELÍCULAS QUE DISFRUTAMOS EN NUESTRO TIEMPO LIBRE. GENERALMENTE TIENEN COMO TEMA CENTRAL A LA MUJER Y BUSCAMOS UN TIPO DE CINE QUE NOS PERMITA ACERCARNOS AL SER HUMANO CON PRUDENCIA Y LEALTAD.



lunes, 24 de marzo de 2014

NEBRASKA



 
“¿Qué daño hace dejar que viva su fantasía un par de días más?”
Por lo general, una persona tiene que morir antes de que los buitres comiencen a dar vueltas”.   
 David Grant 

Un viaje a la memoria es el tema de esta película de generoso aliento poético que describe un viaje hacia el fondo del ser humano, hacia el pasado, con una carga fuerte de compasión y de nostalgia por la vida. Woody Grant (Bruce Dern) que caracteriza a un anciano alcohólico, huraño y casi demente, desea ir a Nebraska donde cree que se ha ganado un premio y contra la voluntad de toda su familia que le advierte del engaño, emprende su aventura. Por fortuna, uno de sus hijos considera que se puede dar esta oportunidad para conocer a su padre y lo acompaña. Pasarán por el pueblo natal de Woody donde éste hace llegar la falsa noticia y surgen encuentros con sus habitantes llenos de sorpresas y dificultades. Al final del viaje es David Grant (Will Forte), su hijo menor, quien se convierte en su redentor y le hace vivir su más grande sueño.
 
A pesar del deterioro cultural y neurológico que vemos en el protagonista de esta película y de la actitud de su esposa –una persona fuerte y primaria-, encontramos a los hijos (especialmente el menor) deseosos de restablecer un diálogo, de darle sentido a los deseos de su padre y de apoyarlo en la idea de emprender su fantasía. Así, ante la realidad aplastante que los incomunica, se encuentra la máscara que ayuda al padre a realizar su sueño, llevándolo a mostrar su valentía y todas sus capacidades. Van tras el millón de dólares, una hazaña que parece quijotesca, pero que los pone a puertas de su mayor logro, la recuperación de la unión familiar. Muchas dificultades tienen que vivir en medio del choque intergeneracional y del cambio frecuente de estados de ánimo, hasta que se descubre que es la adversidad la que los une. También advierte cómo engaña la publicidad y cómo caen los más vulnerables ante sus atractivos. Muy propio de la cultura americana en la que prima el poder del dinero y el consumismo.

Se presenta en blanco y negro, una forma ideal de ponerse a tono con el pasado y de acentuar el efecto del paisaje. Es otoño y la luz que refleja es un personaje más; es el ocaso, la melancolía, la soledad y proximidad de la oscuridad. La música country de Mark Orton atrae y acompaña este viaje por carretera o road movie en el que hay una buena carga de humor, manejado con sencillez y realismo. Muy valioso el trabajo de su director y guionista, Alexander Payne, que le valió la nominación en el 2013 a cinco premios Oscar, entre ellos a Mejor Película, y la Palma de Oro en el Festival de Cannes, por mejor actor.
 

martes, 18 de marzo de 2014

LA PIEDRA DE LA PACIENCIA

 
Usted es un pedazo de carne sin voz” dice la protagonista de esta película a su marido en estado de coma que yace en el suelo con una lesión en el cuello causada por arma de fuego. Desde allí y en un monólogo silencioso, esta mujer afgana (Golshifteh Farahani) le cuenta su vida y sus infortunios en una tierra donde prima la misoginia, hay demasiada miseria y se vive la guerra. Logra llevar a sus dos hijas pequeñas donde su tía y salvarlas del hambre y de las balas enemigas, pero ella es incapaz de desligarse de su esposo. Todos los días y vestida con burka acude a visitarlo tras las cortinas de su casa destruida, le lleva suero, le reza y le cuenta sus más íntimos secretos. Frente a este héroe de la guerra que está inconsciente, ella confiesa todo la discriminación y el sometimiento del que ha sido objeto como mujer musulmana y a medida que lo hace va encontrando su liberación. También le confía sus sueños y sus deseos, entre ellos su relación con un soldado tartamudo que la posee a cambio de dinero y cómo con el correr de los días va mejorando esta apreciación. Así, su marido se convierte, según la mitología persa, en esa “piedra de la paciencia” a la que se le cuentan los sufrimientos nunca antes confesados y ella los recibe como una esponja hasta que al final explota y libera a su confidente. Algunas veces piensa que se está enloqueciendo y teme contradecir las reglas de Corán, pero actúa como Scheherezade que llega cada día con una historia que atrapa y determina su liberación. Mucho tiempo tendrá qué vivir así, en este angustiante mundo islámico, esta mujer llena de bondad y dispuesta a perdonar a su mayor verdugo que la tiene cerca y cada vez más lejos.
“Los que no saben de amor, hacen la guerra”
 
“Te han herido a ti, pero la que sufre soy yo”
“Me casé contigo sin ti”
“Nunca he besado a mi marido"  

La piedra de la paciencia del 2012, está basada en el libro escrito por el director afgano radicado en París, Atiq Rahimi, con la colaboración del guionista Jean-Claude Carrière. Ganadora del Festival de Gijón del 2012 por la  Mejor Actriz y premio del Jurado Joven. Un monólogo inquietante, valioso e intensamente pasivo que tiene como marco protector a  la palabra con todo su poder calmante y liberador. Con demasiada fuerza contenida, muestra como es el trato que recibe la mujer en la cultura árabe, sin ningún canal de comunicación y completamente marginada y sometida. Sin embargo, va a la defensa de ella y la presenta fuerte, rebelde y luchadora. Excelente la actuación de su protagonista y ese crecimiento que exhibe a nivel de sensibilidad, madurez y presentación personal. Valioso el tejido visual que se da en medio de una bruma de luz y de color, muy semejante al tejido narrativo alrededor del mundo íntimo de la mujer. Una forma de llegar a niveles profundos de la sensibilidad, a través del arte.
 
“Me he convertido en profeta”.
 

martes, 11 de marzo de 2014

INFANCIA CLANDESTINA

Dedicada a la memoria de mi madre, Sara E. Zermogilo, detenida y desaparecida el 13 de octubre de 1979.
A mis hermanos, mis padres y mis hijos.
Y a todos los hijos, nietos, militantes y a todos aquellos que han conservado la fe.
 
 
Después de haber realizado el documental Nietos sobre los nietos recuperados por las Abuelas de la Plaza de Mayo, el director argentino Benjamín Ávila aparece en el 2011 con su ópera prima Infancia clandestina. Una película con marcado acento autobiográfico en la que muestra parte de sus vivencias en su país donde padeció la dictadura del régimen militar que tomó el poder en 1976. En medio de la clandestinidad y después de un largo exilio, Juan (Teo Gutiérrez) llega a Argentina, con su pequeña hermana y sus padres Cristina (Natalita Oreiro) y Horacio (César Troncoso) que acatan los ideales de la lucha armada. Ernesto es el nombre que se le da a este muchacho de 12 años que intenta llevar una vida normal, con sus obligaciones escolares, sus amigos, sus reuniones, y María, su primer amor; pero es testigo de todo lo ocurre en casa. Su padre y su madre abrazan las armas cuyas municiones llegan camufladas en cajas de maní con chocolate, orientan a militantes de la contraofensiva montonera que aparecen a oscuras y en medio de vendajes, y le indican a Ernesto donde debe refugiarse con su hermanita cuando escuchen sirenas. El niño todo lo ve, todo lo observa. Un día llega su abuela, también vendada y le plantea a su hija la urgencia de integrarse a la normalidad, lo que desata una fuerte discusión entre ellas. Logra insertar a su tío en su corazón por la calidez y la confianza que éste le transmite en sus diálogos, y termina rechazando su muerte y muchas más. ¿Cómo combinar sus experiencias infantiles –colmadas de amor y de entusiasmo- con ese mundo cargado de temores y de conflictos?  
 
“No te traiciones nunca”
“La fidelidad a los ideales jamás puede cerrar las puertas al deseo”   Tío Beto

Después de experimentar el dolor causado por el fanatismo de esta pareja de padres guerrilleros, entregados a la militancia política, no podemos ocultar nuestro cuestionamiento respecto al derecho que tienen de involucrar a los niños en su lucha. No justificamos tanta hostilidad y violencia en las que se ubica a gente inocente, ni mucho menos  envolver a la infancia en ese manto de sangre y de oscuridad. Por fortuna esos ideales de las luchas armadas han ido desapareciendo para dar paso a diálogos y encuentros de paz que favorecen la esencia humana y la liberación de tanta esclavitud. Es imposible pensar que una familia guerrillera pueda supervivir en medio de la resistencia armada y que sus hijos paguen un costo político de esas propociones. ¿Cuáles son entonces sus prioridades? La mirada de este niño introvertido, que algunas veces tiene matices oníricos, termina dando la razón en un film donde la clandestinidad y la memoria están siempre presentes.
 
Una película bien manejada, con un acierto enorme al emplear imágenes artísticas al estilo del comic policíaco para reemplazar las escenas violentas que tanto impactan al espectador. Excelente fotografía y valioso trabajo de los actores especialmente el del niño que actúa con una conmovedora convicción. Nominada en los Premios Goya a la Mejor Película Hispanoamericana en el 2012 y elegida por la Academia Argentina para representar a su país en los premios Oscar. Ganó el Premio Casa de América en el Festival de San Sebastián.
 

martes, 4 de marzo de 2014

BEKAS

Qué buen homenaje a la hermandad hace Karzan Kader, el director sueco-iraquí de esta película, al querer contarnos parte de su vida en Iraq donde vivió una infancia terrible marcada por la miseria y la orfandad. Nos introduce en una aventura donde prima el humor  asociado a la alegría y al entusiasmo infantil. Así logra camuflar ese dolor del conflicto -por el régimen represivo de Saddam Hussein a principios de los 90- y recrear su experiencia traumática de manera agradable, con un final feliz en cada riesgo. Sin guerra, sin planteamientos sociopolíticos directos nos plantea sus vivencias con un verdadero equilibrio de emociones.

 
"Kurdistán ha estado en guerra durante tanto tiempo que ésta se ha convertido en el estado habitual de las cosas allí. Quiero que esta historia sea la voz del pueblo kurdo en el resto del mundo". Karzan Kader
Los protagonistas son dos niños ingenuos de Kurdistán, Dana de 10 y Zana de 7 años, que sobreviven en medio de la nada, aferrados el uno al otro frente a las amenazas externas. Conservan su dignidad a pesar de su pobreza y de la aridez del paisaje, en un ambiente cerrado y machista donde los hombres se dedican a la oración en las mezquitas y sobreviven fumando y jugando. Fantasean con llegar a América buscando a Supermán, el hombre fuerte que sabe volar, habla todos los idiomas y nunca morirá; además creen que resolverá sus problemas y castigará a quienes les han hecho daño. Son también irreverentes ante el poder pues desconocen las normas que éste impone y en un burro emprenden su fantástica aventura, salvando infinidad de obstáculos y  permaneciendo siempre unidos. Dos niños que logran sostener un buen balance entre la realidad y los recuerdos.
"Uno solo puede adelantarse cuando logra equilibrar las emociones". K. Kader
Un drama comedia del año 2012 que se desenvuelve en 97 minutos de manera fácil y lineal. Cuenta con actores naturales bien dirigidos, una fotografía cálida y una música que mueve las emociones.  Bekas, “huérfanos” en kurdo, es una película semejante a “La vida es bella” en la que la alegría enmascara la tragedia y la realidad se vuelve conmovedora.