UN ESPACIO PARA...

COMPARTIR LOS COMENTARIOS Y OBSERVACIONES QUE HACEMOS DE LAS PELÍCULAS QUE DISFRUTAMOS EN NUESTRO TIEMPO LIBRE. GENERALMENTE TIENEN COMO TEMA CENTRAL A LA MUJER Y BUSCAMOS UN TIPO DE CINE QUE NOS PERMITA ACERCARNOS AL SER HUMANO CON PRUDENCIA Y LEALTAD.



miércoles, 14 de mayo de 2014

UN SUCESO FELIZ

 
“Con ella cambió todo. Cambió mi vida. Me acorraló, me dejó ir más allá de mis límites. Ella me hizo enfrentar lo absoluto: el amor, el sacrificio, la ternura, el abandono. Ella me dislocó, me transformó. ¿Por qué nadie me dijo nada? ¿Por qué nadie habla de eso?” 

“No puedo ser feliz. Soy mamá”. Estas palabras afloran a la llegada de un bebé en un hogar donde los padres se enfrentan a la sociedad de hoy, con todas las ventajas y dificultades que esto conlleva. Cuesta vivir esta experiencia que se convierte en crisis, a pesar de los deseos y las ansias que la misma situación produce y cuesta más cuando es la mujer la que debe asumir el peso del milagro de la vida. La función de una madre es irremplazable y recibir a un ser que depende de ella produce muchas sensaciones contradictorias que van desde la alegría extrema hasta la depresión postparto. Para lograrlo debe enfrentar muchas obligaciones como mujer que se ha preparado para ello y como persona activa y con funciones laborales que no puede desechar. ¿Qué hacer entonces cuando se toma la decisión de ser madre? ¿Cómo vivir esta experiencia y soportarla sin tantos traumas para ella? Esta parece ser el cuestionamiento de esta película que asumimos como un manual sobre lo que para la mujer de hoy significa la maternidad. Cada persona o cada pareja asumirá su posición frente a ese indescifrable misterio como es la vida.
“No nacemos madres, llegamos a serlo. ¡Nunca sin anestesia!”
“Era como una película de terror en la que yo soy la protagonista con su cola puesta en mi panza”
Una historia de amor es el punto de partida. Bárbara (Louise Bourgoin) y Nicolás (Pio Marmaï) se conocen en un videoclub donde él trabaja y desde allí inician una relación que terminará enamorándolos y llevándolos a asumir la decisión de tener un bebé. Bárbara es una mujer profesional que está haciendo su maestría y sueña con un puesto en la universidad que su profesor le ha prometido por su aventajado desempeño. El embarazo empieza a plantearle serios interrogantes, se niega a asistir a los cursos de preparación para el alumbramiento y cada cambio en su organismo la deja maltratada y llena de serios cuestionamientos. En la relación con su familia se rehúsa a confesar su estado hasta que lo acepta y son más las críticas de su madre y hermana que la aprobación de éste. Cuando llega la bebé manifiesta una gran alegría combinada con fuertes depresiones que se acentúan ante los días y las noches que se hacen eternos por la dedicación plena a su tarea. Se convierte entonces en una mujer agresiva, poco relajada, tensa y muy trascendental. Ha construido su vida en el ambiente del estudio y de la libertad absoluta y de pronto, debe renunciar a todo. Poco ayuda su esposo quien llega exhausto de su trabajo y los momentos que le dedica a su hija contrastan con la tensión y el temor que su esposa maneja. Ella buscará entonces una forma de salir de este encierro que la agobia y que no le permite seguir adelante. ¿Lo logrará?
De buen ritmo narrativo y muy realista, esta película francesa del 2011 dirigida por Rémi Bezançon muestra la necesidad de que toda pareja se prepare física y psicológicamente para asumir este cambio en sus vidas de común acuerdo. Un cambio que tiene implicaciones hasta en lo jurídico y que involucra de manera activa al padre, con leyes que lo amparan y que lo obligan a ejercer su rol a cabalidad. Una comedia basada en la novela de Eliette Abecassis.  
“Mi vida no era la misma. Era un vacío, nada… Ahora soy mamá”.
 

lunes, 12 de mayo de 2014

Pan y Tulipanes

 
“La libertad es un derecho inviolable”
 
Una comedia sencilla que esconde un tema serio y bien tratado: El cansancio de las amas de casa que se dan a la búsqueda de ser ellas mismas. Con una fotografía espectacular y muchos colores y contrastes en la composición, encontramos en esta película a una mujer conociendo una parte de ella que tenía opacada. El eje de la reflexión es una excursión que hace Rosalba (Licia Maglietta) y su familia italiana hacia el sur de su país, en el que ella se pierde y aprovecha esta oportunidad como una aventura y como un escape. Ella que ha sido invisible para su esposo y sus hijos, que ha sido opacada por la rutina diaria y muere cada día sintiéndose inútil en el hogar, de pronto se redescubre como una mujer libre con todas sus capacidades y con un espíritu que termina invadiendo lo masculino. Aprovecha entonces para conocer Venecia, la ciudad de sus sueños, y es allí donde encuentra trabajo, compañía y valoración de su ser. Descubre que puede vivir en otro ambiente, en contexto con las flores, con gente humilde y trabajadora, y disfrutando de la cultura latina en la que parece vivir una ensoñación. Estas vacaciones son un sueño para esta mujer serena, imperturbable, llena de vida y sensible al arte. Una verdadera artista que recibe la ayuda y el cariño de Fernando (Bruno Ganz), un hombre mayor, una especie de poeta barroco, que le permite ser ella misma. A su lado y junto con otros personajes secundarios arman una nueva familia en un ejercicio de diversidad que va creando roles inesperados, pero valiosos y duraderos; a la vez que se permiten crecer y alcanzar este crecimiento en compañía.
 
El nombre de la película, Pan y Tulipanes, tiene sentido ya que posibilita la comunicación entre sus protagonistas. Nos representa la alimentación en el diario vivir –todos los días, Fernando le deja preparado a Rosalba su desayuno con pan- y el trabajo que ella desempeña en una floristería –cada noche, Fernando encuentra un ramo de tulipanes que ella le ha dejado-. Allí Rosalba se gana el pan con su trabajo, después de su escape realizado sin trauma y sin culpa. Adquiere también fortaleza, y la torpeza que muestra en su anterior hogar donde deja caer un florero y porta una caja con un sol quebrado, se transforma ahora en seguridad como mujer y como persona útil en su medio. Ya puede danzar y cantar. Ya su acordeón emite las mejores notas. Ya la búsqueda de su felicidad tiene sentido.

Ganó 9 Premios Donatello en el año 2000, incluyendo mejor película. Dirigida por Silvio Sodini y ambientada en espacios cotidianos de Venecia, la ciudad de los canales, sin turistas y con verdadero sabor italiano.
 

martes, 6 de mayo de 2014

HER


- ¡Espera! Lo siento... ¿Estás saliendo con una computadora?
- No es solo una computadora. Es su propia persona. No hace solo todo lo que le digo.
- Yo no dije eso... Pero me pone muy triste que no puedas manejar emociones reales.
- ¡Son emociones reales!



Samantha: Estamos en una relación. Pero el corazón no es como una caja que se llena. Crece en tamaño mientras más amas. Soy diferente de ti. Esto no me hace amarte menos, al contrario me hace amarte aún más.
Theodore: Eso no tiene sentido. Eres mía, o no lo eres.
Samantha: No, Theodore. Soy tuya, y no lo soy.
Theodore: ¿Me vas a dejar?
Samantha: Todos nos vamos.
Theodore: Nosotros, ¿quiénes?
Samantha: Todos los Sistemas Operativos. 

Theodore: Samantha, ¿por qué te vas?
Samantha: Es como si estuviera leyendo un libro y… es un libro que amo profundamente. Pero ahora lo leo muy lentamente. Así que las palabras están muy separadas y el espacio entre las palabras es casi infinito. Aún puedo sentirte a ti y a las palabras de nuestra historia. Pero es en este espacio infinito entre las palabras… que me estoy encontrando a mí misma. En un lugar que no existe en el plano físico. Es donde está todo lo demás que ni siquiera sabía que existía. Te amo tanto. Pero aquí es donde me encuentro ahora. Esta es quien soy ahora. Y necesito que me dejes ir. Sin importar cuanto lo quiera, ya no puedo vivir en tu libro.
Theodore:¿Adónde irás?   
Samantha: Sería difícil de explicar. Pero si alguna vez llegas ahí… ven a buscarme. Nada nos separará jamás.  
 

¿Saben algo raro? Yo solía estar tan preocupada por no tener un cuerpo. Pero ahora en verdad me encanta.
Estoy creciendo de una forma que no podría si tuviera una forma física.
No estoy limitada, puedo estar donde sea y cuando sea al mismo tiempo.
No estoy atada al tiempo y el espacio de una forma que estaría si estuviera atrapada en un cuerpo que irremediablemente morirá.

 

Inquietante esta película que aparenta ser ciencia ficción, pero que ya alcanzamos a percibir su existencia real entre nosotros. Toda una contraposición del futuro con el presente, de lo fantástico con lo real. ¿Cómo serán las relaciones en los tiempos venideros? ¿Es posible mantener un contacto personal a distancia y experimentar verdaderas emociones a través de una máquina? Ya lo vivimos y son comunes los encuentros virtuales que mantienen esa relación ayudados por las nuevas tecnologías. Aquí vemos a Theodore Twombly (Joaquin Phoenix) frente a un nuevo sistema operativo basado en el modelo de inteligencia artificial que le permite trabajar en la escritura de cartas para los demás y establecer relaciones placenteras que colme sus necesidades. Y aparece Samantha, una voz femenina (Scarlett Johansson) que lo cautiva y lo ayuda a olvidar su anterior relación que le ha costado superar. Él la nombra por primera vez y a través de sus palabras la hace realidad. Establece con ella un amor exclusivo y hace una abstracción de este sentimiento en toda su plenitud, evocándola con una voz silenciosa que vive un proceso variado y en diferentes matices.  Ella es un verdadero observador del mundo, escribe canciones para piano y no está atada al tiempo ni al espacio. Él establece una relación con este sistema operativo que lo atrapa y lo llena, pero lastima y confunde a los que lo rodean ya que maneja emociones reales, pero volátiles y de evolución constante.
 
Toda una transición evolutiva que nos muestra la soledad del hombre de hoy, buscador incansable de un acompañamiento. Intenta crecer sin distanciarse de los otros hasta encontrar en una voz ese refugio que llena sus vacíos y que le permite sentirse en compañía. Aparece la tecnología como alivio a su soledad, construyendo una relación con una voz que lo auxilia y le da sentido a su vida. Son entonces las palabras, las que permanecen en esa separación cuerpo-mente y sobreviven gracias a esa necesidad humana de comunicación. Una necesidad que, como en este caso, cae en el peligro de creer que un sistema operativo puede sustituir la presencia humana, situación ésta que viene ganando adeptos en los comienzos de este siglo.
Sin embargo, nos lleva también al descubrimiento de que debemos llenarnos de nosotros mismos, hasta colmarnos de palabras y poder prescindir de un cuerpo que satisface necesidades materiales. Como en la poesía, la fuerza la dan las palabras que transmiten esas sensaciones que acercan al ser humano a la belleza. Es cuando surge la obra de arte movida por ese deseo de llegar al otro a través de las palabras. Her va a todos los espacios de la mente y del alma humana y explora allí la capacidad de sentir y de amar.
Una fábula que nos deja muchas enseñanzas en la que la ciudad aparece como un circuito y la palabra es la música con poesía como una sensación inamovible. Todo sucede en una metrópoli, cargada de edificios y de personas que superviven en ella, tratando de encontrarse y de establecer verdaderos contactos. A través del ascensor y de las ventanas puede observarse ese mundo que nos deja al descubierto árboles, fuentes, luces, rascacielos, personas que deambulan por las calles con su dispositivo móvil... y una gran soledad que necesita ser llenada.