Película lenta, dominada por la apreciación de manjares y de exquisitas recetas que mantienen al espectador atento a las imágenes que excitan su vista, su gusto y hasta su olfato. Un verdadero banquete para saborear con el alma, con paciencia y sin palabras es esta película protagonizada por dos maestros del cine: Benoît Magimel y Juliette Binoche. Él es un famoso chef y ella su acompañante en la cocina donde han trabajado juntos por más de veinte 20 años, disfrutando al máximo su quehacer diario. Son Dodin y Juliette, quienes terminan preparando los más selectos platos de la gastronomía francesa de finales del siglo XIX y vinculados en un romance que poco a poco van descubriendo. Así, Dodín emprende su conquista de manera clara y le manifiesta a su enamorada sus deseos de casarse con ella. No será fácil para Juliette aceptar la propuesta, ya que teme perder su libertad y el hecho de contraer matrimonio nunca ha estado entre sus planes. Por su parte, él quiere enamorarla con sus platillos que cada día prepara con mayor exquisitez.
“La felicidad consiste en seguir deseando lo que ya se tiene” Dodin
A fuego lento, llamada también El sabor de la vida, es una película francesa de 135 minutos dirigida por el vietnamita de 62 años, Tran Anh Hung. Con guion del mismo asiático, este drama está basado en la novela de Marcel Rouff y fue nominado al Oscar a Mejor Película Extranjera en el 2023. Además, obtuvo el premio a Mejor Director en el Festival de Cannes. En ella, una cámara sensible se deleita con variadas imágenes que acompañan los sabores de las comidas, sus aromas y los sentimientos que surgen en esta historia. Se aprecian por doquier copas, flores, lámparas, vajillas, luces, mesas y calderos que le imprimen más belleza al ambiente y “hacen que cada plano parezca un bodegón” como lo expresó uno de sus críticos.
Todo un arte es esta producción que el mismo Tran Anh Hung revela con sus palabras: “Mi afición por el arte viene realmente de la belleza de los platos que mi madre cocinaba”. “La cocina es un arte. (...) Es el arte de mezclar especias, de dar importancia a un aroma más que a otro. Se trata de crear la personalidad de un gran chef, y ese espacio de creación es ilimitado, y por eso es un arte”.
De acuerdo, Lilia. Has dado en el fondo del asunto. Es una película que entra por los ojos, por la belleza. Pero se va profundizando en todos los sentidos. Nos toca las fibras de los sentimientos y, aunque su ritmo es lento, no nos aburre. Al contrario, nos despierta la sensibilidad y la reflexión sobre los valores importantes de la vida. Muchas gracias por recordarnos el film. Galu
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