UN ESPACIO PARA...

COMPARTIR LOS COMENTARIOS Y OBSERVACIONES QUE HACEMOS DE LAS PELÍCULAS QUE DISFRUTAMOS EN NUESTRO TIEMPO LIBRE. GENERALMENTE TIENEN COMO TEMA CENTRAL A LA MUJER Y BUSCAMOS UN TIPO DE CINE QUE NOS PERMITA ACERCARNOS AL SER HUMANO CON PRUDENCIA Y LEALTAD.



martes, 11 de agosto de 2020

CANDELARIA

La vejez, la actitud de las personas mayores ante la vida y el disfrute de momentos felices en compañía son los móviles de esta película. No importa que se viva en Cuba, en el Periodo Especial de los años 80-90, cuando abunda el hambre, la falta de electricidad y la escasez; tampoco, que aparezca el cansancio y el desgaste de los cuerpos por el paso de los años. Lo que sobresale es esa tentación de amansar la nostalgia para dar espacio al renacer del amor y del erotismo entre dos personajes que han estado juntos por muchos años -manteniendo una relación cordial, aunque monótona- y que, de pronto, descubren ese “amor liberador de la tercera edad”. Candelaria nos enseña que “el alma puede reír cuando se acerca la muerte” y su compañero asombrado no deja de sorprenderse, “¿Cuándo dejé de verte?”.

Candelaria, una empleada de aseo en un hotel y cantante ocasional, y Víctor Hugo, un lector de noticias de una tabacalera, se empeñan en disfrutar de las pequeñas cosas, en descubrir esa “magia del corazón” y en renovarse a pesar de su deterioro físico y de su pobreza. El telón de fondo que es Cuba muestra también sus grandes fisuras, producto de sus bloqueos e innumerables pérdidas, sin dejar a un lado su belleza. De la misma manera, Candelaria no abandona su coquetería, ni su vanidad, que nunca se apagan porque es una mujer sensible y fuerte, y porque acepta sus padecimientos sin desesperanza. El espectador vivirá entonces interesantes momentos que harán de esta trama, a veces dolorosa y otras veces cargada de humor, una historia bella y profunda.

El director de esta película del año 2017 es el colombiano Jhonny Hendrix Hinestroza y sus protagonistas son los cubanos Alden Knight y Verónica Lynn. Ha sido exhibida en importantes festivales internacionales con buen número de premios y reconocimientos. Una película artística, con música caribeña, y plena de símbolos y de valores, entretejida en el trasfondo político que la envuelve.

lunes, 10 de agosto de 2020

LAS SALAMANDRAS DE VUELTA

Por primera vez en forma virtual, nos encontramos en nuestro cineclub. ¡Qué dicha reunirnos de nuevo! Cada una en su casa, como obligan las circunstancias de distanciamiento, vio la película Candelaria con el propósito de hacerle el foro posteriormente. 

No sabemos por qué nos demoramos tanto para reaccionar y encontrarnos de esta manera. Puede ser porque esperábamos, como todo el mundo, que la situación se superaría más pronto. De modo que ver cine en privado fue el paso previo a nuestro fraternal encuentro. El algo (cafecito con pastel) fue el otro paso en privado. Pero los dos últimos: el desatrasarnos sobre nuestras vivencias, y el foro fueron en grupo. Así que compartimos todo lo experimentado en esta Pandemia. La soledad, la ansiedad, los miedos, esa privación de la libertad, ese aislamiento tan marcado y hasta la falta de sueño no estuvieron ajenos en nuestra charla. Duele pensar en la situación del país y del mundo. En nuestro caso, ayudó mucho el contacto que siempre hemos tenido a través del WhatsApp y ningún día hemos dejado de comunicarnos.

Después de un buen rato, pasamos al foro de CANDELARIA que se prestó para un fecundo análisis. Una película llena de arte, con gran calidad en la actuación, un buen guion y excelente dirección para mostrar el caos del socialismo cubano de una manera sutil y divertida. Como adultas de edad media que somos, la vivimos con intensidad, desde el interior de nuestras sensibilidades. Pudimos apreciar sus mensajes dignos de seguir: 

* Tomar la vida con alegría a pesar de sus dificultades.

* Humor como antídoto al tedio y la preocupación.

* Asumir el envejecimiento y la enfermedad con dignidad e independencia.

* Sentirse en capacidad de amar y en libertad de expresarse aun si se es adulto mayor.  

* Ver la muerte como una opción por encima del sufrimiento.                                                                                                                                                                                                                                                               GALU