Una crítica a quienes ostentan el poder -empresarial en este caso- y dan la imagen de liderar una organización exitosa ante los demás, con la intención de ser catalogados como los mejores. Sin embargo, quieren manejar sin escrúpulos la vida de sus empleados, hasta el punto de convertirlos en esclavos de sus deseos y ambiciones. El BUEN PATRÓN es un título cargado de ironía que se acerca a esa relación tan alejada entre el que manda y el que obedece, el que desea el éxito sin moral y el que trabaja sintiéndose víctima de los abusos del poder. Es una comedia y un drama del año 2021, con la dirección y el guion de Fernando León de Aranoa y la actuación de Javier Bardem como personaje central. Fue nominada por la Academia de las Artes y las Ciencias cinematográficas de España para el Premio Oscar y ganadora de 6 premios Goya como mejor película, guion original, dirección, actor protagonista, montaje y música; además de muchos otros premios.
Julio Blanco, propietario de
Básculas Blanco, una empresa que fabrica balanzas industriales, se prepara para
ganar el premio local a la excelencia empresarial. Tiene cinco días para
hacerlo y lo que parecía perfecto empieza a mostrar sus partes débiles, hasta
el punto de convertirse en un caos donde reina el descontento y la desorganización.
Mientras llega la comisión evaluadora, el patrón -que se considera benefactor e
interesado en el bienestar de sus empleados- da muestras de hipocresía en el
manejo laboral, exhibe sin compasión su injerencia en la vida personal de sus
trabajadores, acosa a una joven que realiza una pasantía en su empresa, y
despide a un empleado que termina realizando un acampado frente a la fábrica y
con megáfono en mano, lo amenaza todo el tiempo. Estas y otras situaciones
terminan creando consecuencias inesperadas que ponen en peligro su ambición
desmedida por ganar el premio.
Patrón y empleados, y conflictos
laborales y personales se mezclan en esta película para manifestar con
diplomacia las relaciones de poder, y hasta donde llegar para conseguir los
objetivos, así se tenga que acudir a la intriga y a la deslealtad. De ahí que la
balanza que aparece en la empresa como símbolo de honestidad y justicia nunca logra alcanzar el equilibrio perfecto.