UN ESPACIO PARA...

COMPARTIR LOS COMENTARIOS Y OBSERVACIONES QUE HACEMOS DE LAS PELÍCULAS QUE DISFRUTAMOS EN NUESTRO TIEMPO LIBRE. GENERALMENTE TIENEN COMO TEMA CENTRAL A LA MUJER Y BUSCAMOS UN TIPO DE CINE QUE NOS PERMITA ACERCARNOS AL SER HUMANO CON PRUDENCIA Y LEALTAD.



jueves, 25 de julio de 2013

LA CAZA

"Hoy es el día en que los niños se vuelven hombres y los hombres niños"
 
 


En un tema similar a “La duda”, encontramos ahora a Mads Mikkelsen viviendo una dificultad semejante en un poblado de Dinamarca que lo hace blanco de falsas acusaciones y lo deja sin palabras ni argumentos para defenderse. Nada hace para salvarse, ni limpiar su nombre de toda culpa. Es un profesor entregado al cariño de los niños y a jugar con ellos en sus ratos libres mientras se recupera de un duro divorcio. Lejos está de su mente que pueda ser señalado en su ambiente educativo como una persona peligrosa que ha buscado a una de sus pequeñas para saciar sus deseos pederastas. Difícil creerlo, pero una de sus estudiantes, una niña de cinco años, ha asegurado ante la rectora y el psicólogo del colegio que Lucas le ha enviado un mensaje amoroso y ha tratado de abusar de ella. De inmediato, corre la noticia y son citados los padres de familia a una reunión en la que se les informa sobre esta situación. Todo el pueblo termina dándole la espalda a Lucas, desaparecen sus amigos de juego y de taberna, y es detenido justo cuando llega su hijo adolescente a vacaciones. Difícil será para este chico afrontar el rechazo del pueblo hacia su padre y más difícil aún para Lucas limpiar su nombre; él que poco hace por lograrlo y que termina siendo inocente, aunque su nombre ya ha sido manchado y ha encontrado la destrucción de su vida social, laboral y sentimental.
Un drama psicológico que muestra la necesidad de limitar la espontaneidad y el cariño hacia los niños en ambientes cerrados donde se juzga con facilidad y donde los medios de comunicación ayudan a confundir las verdaderas intenciones de quienes se acercan a ellos. En este caso, faltó tacto de la directora del jardín infantil que sólo se interesó por difundir la noticia recibida, sin el menor respeto por la búsqueda de la verdad y terminó dándole un tratamiento funesto junto con su acompañante, el psicólogo. Desconocen que la niña, que actúa sin mala intención, es llevada a mentir por influencia de las imágenes pornográficas que su hermano adolescente tiene en su iPad y que ella ha visto. Además causa impacto la actitud acusadora de sus padres, que poco interés desplegaban hacia la educación de su hija, y eran los mejores amigos del acusado. Por fortuna, la policía apuntó a algo bueno, haciendo un seguimiento juicioso del caso y dándole la libertad a la víctima que sorprende en toda la película por su actitud silenciosa y por las manifestaciones de tristeza y cansancio ante la acusación. Queda en la mente del espectador esta imagen inocente cargada de tanta culpa y con tan poca autodefensa que nos lleva a contagiarnos de angustia ante la injusticia, y de molestia por su actitud pasiva tan marcada. Una víctima que termina siendo cazada por los juicios de valor de una sociedad cerrada, con doble moral que cree ciegamente en la acusación de un niño hasta dejar sin palabras al acusado. ¿Valdría la pena defenderse, cuando en nuestra sociedad también se pregona la idea de que todo niño dice siempre la verdad?
Recibió el premio al mejor guión en el Festival de Cine Europeo y al mejor actor principal en el Festival de Cannes en el 2012. Valiosa la interpretación de la pequeña Annika Wedderkopp. Una película que Thomas Vintenberg realizó en Dinamarca en medio de pasajes desolados y ambientes invernales que intensifican el tono duro de esta valiosa cinta.

martes, 9 de julio de 2013

EL COLOR DEL PARAÍSO


“Nadie me quiere ¿sabe? Ni siquiera mi abuela. Todo el mundo se aleja de mí porque soy ciego. Si pudiera ver podría ir a la escuela del pueblo con los otros niños. Pero como no puedo ver tengo que ir a la escuela para niños ciegos en el otro extremo del mundo. Nuestro profesor dijo que Dios ama a los ciegos porque no pueden ver y yo le dije que si fuera así no nos habría hecho ciegos, para que pudiéramos verlo a él. Él me contestó, Dios no es visible está en todas partes, puedes sentirlo cerca, lo ves a través de la punta de los dedos. Ahora tiendo las manos por todas partes buscando a Dios hasta que pueda tocarlo y pueda contarle todos los secretos de mi corazón".

De nuevo el sonido de la naturaleza acompaña nuestra mirada, junto con las imágenes que nos transmite cargadas de belleza. Es el lenguaje de la poesía como una metáfora interior que llena de encanto todo lo que vemos y nos lleva a niveles profundos de la conciencia. Podemos decir que esta película es un homenaje a los sentidos frente a un tema dominante como es la incomunicación del ser humano y se acentúa cuando la víctima es una persona invidente. Otra vez protagoniza la historia una persona ciega, en este caso un niño inteligente y sensible que es víctima de un padre viudo, que ha perdido a su esposa hace pocos años. Hasem (Hossein Mahjub) teme enfrentar la educación de su hijo Mohammad (Mohsen Ramezani), en la cultura islámica donde se le han castrado sus emociones, vive sin afectos y es un hombre distante. Lo envía a Teherán para que reciba instrucción en una escuela especial junto con otros niños de su misma condición, pero no espera tenerlo cerca, al lado de sus hermanas y su abuela durante las vacaciones de verano. Cuando esto sucede y Mohammad disfruta a plenitud la compañía de su familia y de la naturaleza en el campo, su padre busca la ayuda de un carpintero ciego para que lo entrene y le dé las pautas para defenderse en la vida. Además quiere apartarlo de su entorno pues planea contraer nupcias con una joven que desconoce la presencia de este hijo, una vergüenza para él. Se lo lleva engañado y al mismo tiempo, oculta a su familia estas intenciones que solo producen sufrimiento y desolación en este pequeño. Ya nada volverá a ser como antes y es la naturaleza la encargada de mostrarle a Hasem las consecuencias de su decisión.

Se impone el tema de la paternidad ejercida por un hombre que se siente víctima de las circunstancias y en su afán por buscar una solución que logre recuperar su estatus de poderoso y merecedor de todo lo que desea, termina más ciego que su propio hijo. Son numerosos sus miedos, y es tan grande su soledad y su egoísmo que es incapaz de ver la riqueza que lo rodea. A su lado encontramos a la abuela, la imagen de la mujer a plenitud, esa dadora de un amor incondicional y transmisora del conocimiento natural. A través de ella se nos habla del valor de la educación y junto con los profesores y el carpintero encontramos personas que aportan sentimientos de bondad y generosidad al niño, haciéndole agradable su existencia. El sabe acercarse a la naturaleza con su lenguaje cósmico y son sus manos y su oído los que permiten ese contacto con ella y con todo a su alrededor. El agua, el viento, los colores, los animales, los sonidos de la naturaleza, las flores, la riqueza del campo y todo el paisaje logran crear una fotografía de ensueño que le saben dar una compañía que disfruta a plenitud. Su director, Majid Majidi, repite producción en nuestro blog con esta obra de arte de 1999 que ha merecido los mejores comentarios y reconocidos premios. Vale la pena destacar la presencia de actores naturales, solo el padre es un actor consagrado.   
 

jueves, 4 de julio de 2013

LAS CENIZAS DE LA LUZ

“Deseo la luz más que nada en el mundo”.
“Dios mío, te pido otra oportunidad para comenzar una nueva vida”.
 
Una reflexión sobre la insatisfacción del ser humano y una reivindicación sobre la capacidad de asombro son los temas centrales de esta película. Nos plantea cómo es de difícil encontrar la felicidad sin la ayuda de ese mundo interior que nos da la luz y permite que reflejemos nuestra verdadera identidad. No es fácil para una persona ciega llegar al mundo de los videntes sin una preparación previa, sin un acompañamiento psicológico que dé las armas para enfrentar la realidad y adaptarse a esa nueva vida.  Esto sucede en Yusef (Parviz Parastui), un profesor universitario de 46 años que desde los 8 años carece de la visión y después de unos exámenes médicos y una cirugía exitosa, recupera la vista. De inmediato empieza a apreciar cada detalle, cada rostro, cada movimiento, olvidándose de su entorno y de las personas que siempre ha tenido cerca como su esposa e hija, y su madre. Entra en un mundo de confusiones y empieza a alejarse de lo que antes tenía valor para él, desconociendo la importancia de su familia, su trabajo y sus libros. No logra adaptarse a esta nueva vida y al parecer, no se acepta, ni se reconoce, sintiendo lástima de sí mismo. Pierde su verdadera imagen al querer romper con su pasado e intentar recobrar el tiempo perdido pues considera que es merecedor de un verdadero cambio, lejos de ese sentimiento de compasión del que era víctima. Abre los ojos a la ilusión y desconoce que la realidad está dentro de sí, olvidándose de apreciar lo que tiene y de ver lo que lo rodea desde su mundo interior.
 
Otro enfoque de la ceguera que nos impide apreciar la riqueza de ese mundo sensible que no vemos con los ojos, pero sí podríamos llegar a él a través del alma. En una actuación espectacular, Yusef saborea texturas, sombras, luces y detalles de la realidad. Aprende a leer con otros signos y a percibir cada elemento de la naturaleza con verdadera devoción evitando diálogos y parlamentos que lo aíslen de sus sollozos y de sus quejidos. Todo un viaje al interior del ser humano, semejante a estar en el útero materno y desde allí, enviar mensajes que den valor a esa espiritualidad que no logró apreciar plenamente nuestro protagonista. Mucho simbolismo hay en esta película de 96 minutos del director iraní Majid Majidi (Teherán, 1959), muy valiosa por sus aportes artísticos, música y fotografía.