Esperábamos el Oscar para Glenn Close como mejor actriz de esta película y
parece que su gran actuación pasó por alto la mirada de los jueces. Un Oscar
que se le niega por sexta vez, dejando en este caso un valioso desempeño que
consideramos inolvidable.
LA ESPOSA, una película del Reino Unido del 2017, dirigida por Björn Runge
y escrita por Jane Anderson, está basada en la novela de Meg Wolitzer. En ella,
Joan Castleman deja que su personaje hable con su silencio, con sus miradas,
con sus gestos, su melancolía y sus emociones. Es una persona llena de pasión y
de diversos matices que la hacen profunda e interesante. No es fácil soportar
cuarenta años un matrimonio que se sostiene gracias a ella, cuando sus sueños y capacidades deben ser sacrificados. Sin embargo, la película sorprende porque
claramente muestra esa “lucha entre la esposa que ella ha elegido ser y la
mujer que ella habría deseado ser” como lo cuenta el mismo director. Ganadora
del premio a la Mejor Actriz 2019 en los Globos de Oro, del Premio a la Crítica
Cinematográfica y del Premio del Sindicato de Actores.
Joan Castleman, una brillante estudiante de literatura, es
elegida por su profesor Joe Castleman (Jonathan Pryce) para ser su esposa y
puesta en el hogar con el fin de complacerlo y criar a una familia. Cuando los
hijos crecen, continúa a su lado a pesar de las dificultades, y es el apoyo de
todos los éxitos de su marido. Dan la imagen de una pareja ideal que sorprende
con la llegada a Estocolmo a recibir el Premio Nobel de Literatura que él
ganado por su valiosa producción en el campo de las letras. Allí, Joe se empeña
en concederle a ella un inmenso valor puesto que ha sido su soporte durante su
larga trayectoria, mientras Joan se siente decepcionada con sus palabras e
intenta huir. Una clara muestra de la insatisfacción de ella con quien siempre ha apoyado incondicionalmente, a pesar de que es controlador,
compulsivo, megalómano irresistible, infiel y machista. Un machismo que empieza
por la misma mujer que permite no ser escuchada, se siente disminuida ante su
compañero, sufre en silencio la explotación de él y acepta calladamente sus
decisiones, ahogando sus intereses. Pocos se percatan de esta
desigualdad que al final de esta película ofrece una sorpresa interesante. Y
son el hijo que comienza su carreta de escritor -sin mucho talento y en espera del
reconocimiento de su padre-, otro escritor que se acerca a ellos con
insistencia y algunos espectadores que ahondan en el alma de los personajes y
van más allá de la realidad quienes descubren tempranamente este secreto. El
secreto de los Castleman.
«Cuando veo a Joan veo a mujeres
como mi madre, de 80 años, que han vivido una vida que quizás les gustaría que
hubiera sido distinta. A ella los focos repentinos del Nobel sobre su marido le
superan y le hacen apartarse de ese secreto que han compartido». Björn Runge