En esta ocasión buscamos un
espacio divertido y relajante, y lo encontramos en esta comedia del año 2018,
plena de fluidez y de música agradable. Ante la propuesta de mostrar el tema de
la discapacidad y hacerlo llevadero, su director francés, Franck Dubosc, ha puesto
en escena a un personaje que se empeña en sostener una mentira y darle gracia a
un cúmulo de situaciones en torno a ella. Es Jocelyn, un hombre rico, exitoso y
seductor que vive solo; a su vez, es inestable, egocéntrico y mentiroso. Después
de la muerte de su madre, va al apartamento de ella, donde encuentra una silla
de ruedas que le sirve de apoyo para revisar sus pertenencias e inesperadamente
para fingir ser una persona diferente. Serán muchas las preguntas de su vecina
quien al llegar allí lo cree discapacitado y él se empeña en apoyarla con el
fin de seducirla; muchas también las dificultades que deberá asumir para
sostener esa nueva versión que le cambiará su rol de empresario y muy
entretenidas las sorpresas que los espectadores disfrutarán de la relación de
Jocelyn (Franck Dubosc) con Florence (Alexandra Lamy), la hermana mayor de su
vecina. A ella la veremos en la misma situación de discapacidad ya que es
parapléjica. Además, practica el tenis y es una reconocida violinista que viaja
por Europa ofreciendo conciertos. Será su polo a tierra, quien con su
inteligencia, simpatía y vitalidad podrá cambiarlo y darle a esta comedia un
tono romántico.
Como puede apreciarse, el
protagonista de esta película es el mismo director que hace su debut y se ubica
detrás de la cámara para contar esta historia entretenida, cargada de humor
negro. ¿Cómo logra su personaje sostener este engaño? Solo un mentiroso
compulsivo y un inescrupuloso como él puede hacerlo y terminar resarciendo sus
errores, en la búsqueda del amor. Sin embargo, más que la trama, en esta
producción interesa la cantidad de chistes y situaciones jocosas que realiza
Jocelyn para conquistar al público. Por su parte, Alexandra Lamy que realiza un
rol estupendo junto a Elsa Zylberstein -la secretaria del protagonista- representan la
fuerza y la independencia en la mujer, sin
importar la situación de discapacidad, asumida con total normalidad. Ambas están dándole un mensaje a su
compañero: “Acéptese usted y usted no tiene que mentir”.