Cinta ganadora del Oscar 2013 a la mejor
película, mejor guión adaptado y mejor montaje, con la sorpresa de que no
recibió el premio al mejor director. Muy significativo este hecho, lo que parece confirmar la independencia con que fue realizada esta película. Consideramos que su temática, de
tipo político sobre un acontecimiento histórico, se situó por encima de la
realidad y fue capaz de ser contada sin atender intereses particulares. Una situación ajena a los intereses de Hollywood que marca el
vaivén de cada película y mueve las temáticas a su alrededor. Vale la pena
recordar que su director –que es también su actor principal- Ben Affleck,
recibió su reconocimiento en los premios Globos de Oro, Bafta y el
Sindicato de directores de Estados Unidos.

Detrás de la bandera de democratizar el mundo,
se han creado más divisiones. Son pan de cada día los gestos airados de manifestantes y las turbas enardecidas tras el influjo de la visión religiosa y política fanatizada y fundamentalista. El mundo no ha
cambiado y la revolución islámica ha crecido. Muchas historias cuentan cómo
logran radicalizar a las personas tratando de aislarlas utilizando el discurso de la búsqueda del
bien, cuando finalmente se encuentra el mal en todas partes. Una película bien
editada y de mucha tensión que ha recibido comentarios positivos por parte de
la crítica, aunque para los políticos y los medios de comunicación iraní es
todo un atentado contra la verdadera historia. Vale la pena resaltar la
valentía de su director y de su guionista para enfrentar con tanta habilidad un
tema tan delicado, sin dejar de lado el humor y la emoción.