Cinta ganadora del Oscar 2013 a la mejor
película, mejor guión adaptado y mejor montaje, con la sorpresa de que no
recibió el premio al mejor director. Muy significativo este hecho, lo que parece confirmar la independencia con que fue realizada esta película. Consideramos que su temática, de
tipo político sobre un acontecimiento histórico, se situó por encima de la
realidad y fue capaz de ser contada sin atender intereses particulares. Una situación ajena a los intereses de Hollywood que marca el
vaivén de cada película y mueve las temáticas a su alrededor. Vale la pena
recordar que su director –que es también su actor principal- Ben Affleck,
recibió su reconocimiento en los premios Globos de Oro, Bafta y el
Sindicato de directores de Estados Unidos.
ARGO es una película de suspenso e intriga que
muestra el asalto de la embajada de EU en Teherán por parte de militantes de la
Revolución Iraní, ocurrido en el año de 1979 y realizado como represalia por el
apoyo de este país americano al anterior mandatario Mohammad Reza Pahlavi. En
ella vemos a 52 empleados de la embajada estadounidense tomados como rehenes,
mientras seis de sus diplomáticos escapan y buscan refugio en la casa del
embajador de Canadá. El Departamento de Estado inicia la búsqueda de propuestas
para ayudarlos a salir de Irán, todas sin posible solución hasta que Tonny
Mendez, un especialista de la CIA, propone inventar la creación de una película
semejante a La batalla por el planeta de
los simios. De este modo los diplomáticos fugados se conviertan en falsos cineastas canadienses liderados por Mendez que van tras el encuentro de lugares
exóticos donde filmar una película de ciencia ficción, ARGO. Muchos temores los
asaltan y se sienten completamente inseguros, aún sabiendo que Mendez también
arriesga su vida. Mientras tanto reciben la noticia de que EU cancela el apoyo
a este rescate militar con el fin de evitar conflictos mayores a los ya
presentados. A su vez, en Teherán se dan cuenta del engaño y emprenden la
búsqueda de estos fugitivos. Con valentía, Mendez sigue adelante y enfrenta
todas las dificultades propias de un disidente y en una cultura totalmente
ajena a la suya. Al final, vemos a Jimmy Carter en televisión y a personas y
acontecimientos reales que se dieron durante esta época crítica que llevó a la
liberación de los rehenes en 1981.
Detrás de la bandera de democratizar el mundo,
se han creado más divisiones. Son pan de cada día los gestos airados de manifestantes y las turbas enardecidas tras el influjo de la visión religiosa y política fanatizada y fundamentalista. El mundo no ha
cambiado y la revolución islámica ha crecido. Muchas historias cuentan cómo
logran radicalizar a las personas tratando de aislarlas utilizando el discurso de la búsqueda del
bien, cuando finalmente se encuentra el mal en todas partes. Una película bien
editada y de mucha tensión que ha recibido comentarios positivos por parte de
la crítica, aunque para los políticos y los medios de comunicación iraní es
todo un atentado contra la verdadera historia. Vale la pena resaltar la
valentía de su director y de su guionista para enfrentar con tanta habilidad un
tema tan delicado, sin dejar de lado el humor y la emoción.