Te doy mis piernas, te doy mi espalda, te doy mis manos, te doy mi cuello, te doy mis ojos… Te regalo todo mi ser. Así se entrega Pilar a su esposo, de manera total y deseando un cambio en su comportamiento, como lo había prometido. La vemos entonces regresar a su hogar con la esperanza de encontrar paz y tranquilidad mientras él asiste a sesiones de psicoterapia donde es incapaz de mostrar su yo interno y se niega a ser parte de su ayuda. Imposible cambiar la esencia de este maltratador con el que lleva 9 años de casada. En vano intenta encontrar la felicidad a su lado y finalmente vuelve a huir con su hijo. Una huida definitiva como consecuencia de la máxima violencia ejercida contra ella. Ya no puede más con tanto maltrato y debe darle la razón a su hermana que en vano luchó por protegerla de ese monstruo llamado Antonio.
Este drama social nace del documental Amores que matan que hace una muestra de las relaciones de pareja en España y pretende ahora ampliar su mirada para hacer una crítica al maltrato a la mujer. Una película seria que aparece como resultado de una profunda investigación sobre el tema mostrando así un cine comprometido, cercano a la realidad y al común de la gente. Aquí se mezcla la parte erótica con el maltrato psicológico y el resultado de máxima agresión proviene de una falta de seguridad y de autoestima, enmascarado en unos celos. En este caso, aunque el personaje en cuestión asiste a la terapia, es difícil para él reconocer su problema ya que es incapaz de nombrarlo. Tampoco recuerda escenas agradables en su matrimonio, tan sólo evoca el ruido imperceptible del vestido de su mujer cuando ella camina y es esto lo que más extraña cuando ella lo abandona. Solo quiere tener a su mujer totalmente indefensa, sin recursos para salir adelante, sin autoestima, sin familia, sin amigos, sin vida. Sabemos que es vital la ayuda del entorno para salvar a Pilar y en este caso encontramos la presencia de una madre que ha vivido la misma situación y aconseja a su hija conservar su matrimonio, un hijo de 8 años que también es víctima y seguramente repetirá este modelo, una hermana que sufre y lucha por ayudarla, y unas compañeras de trabajo que comparten sus vivencias con ella e intentan socorrerla en este mundo de miseria. Todo esto sucede en Toledo, ciudad cargada de belleza y de un apreciable fondo cultural que va de la mano con el crecimiento de nuestra protagonista. Un cambio que apenas se proyecta después de un pasado tormentoso.
"Sin ti no puedo vivir, no me dejes"
Esta película fue grabada en España en el año 2003 bajo la dirección de Icíar Bollain, una reconocida artista madrileña. Mereció los Premios Goya por mejor película, mejor director, actriz y actor. Premios que recibieron sus protagonistas Laia Marull y Luis Tosar, ganadores también de la Concha de Plata en San Sebastián.
"Los colores son como las ninfas y se repiten como en una melodía.
Si podemos escucharlos también los sentimos:
el verde es el equilibrio,
el azul es profundidad,
el blanco no suena, no duele,
el verde... el verde es el miedo".