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domingo, 8 de julio de 2012

TRILOGIA DE LOS COLORES: AZUL

“Azul es la obra de un genio. Un cineasta comprometido, capaz de poner tela juicio los ideales más asimilados por la sociedad moderna, a través de la experiencia única de su mirada al interior del alma humana”.
Javier Ballesteros


Azul es la libertad asumida como un derecho y como un deber. Azul es el deseo de vivir libre, sin ataduras, de ser lo que se quiere ser. Azul es la opción de construir una memoria y al mismo tiempo de liberarse de ella. Azul es esa relación constante entre la vida y la muerte, entre la soledad y la compañía de los otros, entre el amor y el odio, entre la luz y la oscuridad. Azul es la música con pocas palabras, llena de emociones y de variados sentidos. Azul es esa rabia que devora las entrañas y prefiere refugiarse en el silencio. Azul es el sonido del dolor apaciguado por el contacto con el agua y la misma soledad. Azul es un poema íntimo y callado que busca refugio en lo profundo del alma. Azul es el color del agua y de la piscina donde Julie vierte su angustia, son los vidrios de las ventanas, los cristales del móvil, las luces de las lámparas, el edificio, la habitación, las puertas, el cielo, el anochecer y todo el ambiente cargado de tristeza. Azules son los sentimientos y los anhelos de quien padece una verdadera pena, pero debe renacer y convertir sus recuerdos en experiencias de vida. Finalmente azul es el color de la calma y de la esperanza.

“En cierta manera, el amor es contradictorio con respecto a la libertad. Si amamos, dejamos de ser libres, nos volvemos dependientes de la persona que amamos” (…) “La libertad es imposible. Aspiramos a la libertad, pero no la conseguimos”.    Krzysztof Kieslowski

Azul es la primera película de la Trilogía de los colores que apareció en 1993 representándonos la libertad. Su director Krzysztof Kieslowski, con una música especial y con poco lenguaje, llega a nosotros para darnos un verdadero goce a los sentidos. Su protagonista Julie es Juliette Binoche quien en 98 minutos se hace presente por los senderos más profundos del alma. Sorpresivamente pierde a su hija Anna de 5 años y a su marido Patrice, un compositor famoso, en un accidente automovilístico. Ella, por su parte, sobrevive después de un largo periodo de recuperación en el que ha intentando suicidarse. Parece no querer vivir puesto que manifiesta un rechazo a todo lo que la rodea e inicia un doloroso episodio de duelo. Hace entonces un recorrido solitario por su vida anterior destruyendo las notas del último trabajo de su marido -una pieza clásica inacabada que iba a ser interpretada como "Canto por la Unificación Europea"-, y, como un ser anónimo, evade todos los privilegios de los que gozaba en su mundo anterior. Busca entonces enterrar heridas, liberarse de todas las cargas del pasado y descubrir su mundo para comenzar una nueva vida. Sola se enfrenta a su camino recorrido del que queda la fama musical de su esposo, su concierto aún sin terminar y una amante inesperada con una hija por nacer. Aparece entonces, Olivier, un eterno enamorado de Julie, quien se acerca a ella buscando su ayuda para finalizar la pieza musical. ¿Será ella la compositora? ¿Qué pasará con sus inesperados hallazgos? ¿Hallará su paz interior?

     

“No se puede renunciar a todo. Siempre hay que quedarse con algo”

Una invitación a reflexionar sobre el pasado y cómo encontrar la propia libertad. Una obra con una excelente banda sonora interpretada por Zbigniew Preisner, una fotografía bien lograda y silencios muy significativos que hacen de Azul toda una reproducción del dolor. Dolor por una pérdida irreparable y su conflicto interno que parecen difíciles de superar, pero su protagonista debe hacerlo, enfrentándose a sí misma y borrando los recuerdos del pasado en un proceso de reconfiguración y de cambio. Solo así podrá asomarse a su libertad interior, a su propia soledad. Una película que sorprende por la sensibilidad de su director para llegar al interior del ser humano sumido en el dolor y para buscar caminos que lo lleven a su liberación. Duele entonces la temprana desaparición de Kieslowski, acontecida dos años después del estreno de Rojo.