“Quise contar una historia real sobre las personas y las
emociones, algo que es familiar para mí. La película habla de las
circunstancias de tres personas que cambian en el contexto de su sociedad. No
estoy interesada en decirle a la gente qué pensar Cuba, sino en explorar las
conductas de los personajes”. Lucy Mulloy
Con un tono macondiano, esta película cubana
del 2012 nos da una clara muestra de la improvisación, en una aventura de una
noche. Tres jóvenes, al parecer sin sentido común, asumen un desplazamiento
forzoso, sin ninguna planeación. Quieren salir de Cuba para llegar a los
Estados Unidos, siguiendo el sueño americano y buscando el cambio que solo uno
de ellos anhela.
En esta producción dos hermanos gemelos, Elio y Lila, que
se quieren profundamente van tras los pasos de Raúl quien aprovecha la devoción
que Elio le profesa para convencerlo de que abandonen la isla. Será un episodio lleno de riesgos que los
atrapará y los dejará más vacíos que al comienzo. Un suceso que tiene como
fondo las vivencias en una ciudad decadente, víctima de la revolución, con una
arquitectura mustia y deteriorada, colmada por la pornomiseria. Allí
encontramos a estos jóvenes sin esperanza que con un diálogo desordenado
terminan refugiados en una balsa que ellos mismos construyen y que transmite un
componente visual intenso. Aferrados a su barca, viven un drama que mostrará otro
naufragio dentro de ellos. Mientras afuera, los turistas huelen diferente y
respiran ese aire de alegría que los cubanos transmiten con sus ritmos y sus
danzas; cantan y bailan en una fiesta a
la creatividad y al buen recibimiento de quien llega. Sin embargo, sabemos que esconden
la tragedia que encierra este lugar y que los lleva a buscar una
salida de cualquier modo.
Su directora inglesa, Lucy Mulloy, asume un
papel neutro en el que pretende mostrar una realidad, sin tomar una posición negativa
frente a este país donde vivió durante diez años. En el Festival de Tribeca,
recibió los premios a Mejor Director, Mejor Fotografía y Mejor Actor. Ha recibido también muchas
aclamaciones en diferentes festivales, a pesar de su estructura simple. Sus
actores son personajes de la vida real que terminan asumiendo el mismo papel
que representan; aprovechan entonces su salida de la isla para la presentación
de la película en el festival de Nueva York y no regresan a ella.