“La libertad es un derecho inviolable”
Una comedia sencilla que esconde un tema serio
y bien tratado: El cansancio de las amas de casa que se dan a la búsqueda de
ser ellas mismas. Con una fotografía espectacular y muchos colores y contrastes
en la composición, encontramos en esta película a una mujer conociendo una
parte de ella que tenía opacada. El eje de la reflexión es una excursión que
hace Rosalba (Licia Maglietta) y
su familia italiana hacia el sur de su país, en el que ella se pierde y
aprovecha esta oportunidad como una aventura y como un escape. Ella que ha sido
invisible para su esposo y sus hijos, que ha sido opacada por la rutina diaria
y muere cada día sintiéndose inútil en el hogar, de pronto se redescubre como
una mujer libre con todas sus capacidades y con un espíritu que termina
invadiendo lo masculino. Aprovecha entonces para conocer Venecia, la ciudad de
sus sueños, y es allí donde encuentra trabajo, compañía y valoración de su ser.
Descubre que puede vivir en otro ambiente, en contexto con las flores, con gente
humilde y trabajadora, y disfrutando de la cultura latina en la que parece
vivir una ensoñación. Estas vacaciones son un sueño para esta mujer serena,
imperturbable, llena de vida y sensible al arte. Una verdadera artista que
recibe la ayuda y el cariño de Fernando (Bruno Ganz), un hombre mayor, una especie de poeta
barroco, que le permite ser ella misma. A su lado y junto con otros personajes
secundarios arman una nueva familia en un ejercicio de diversidad que va creando
roles inesperados, pero valiosos y duraderos; a la vez que se permiten crecer y
alcanzar este crecimiento en compañía.
El nombre de la película, Pan y Tulipanes, tiene
sentido ya que posibilita la comunicación entre sus protagonistas. Nos representa
la alimentación en el diario vivir –todos los días, Fernando le deja preparado
a Rosalba su desayuno con pan- y el trabajo que ella desempeña en una
floristería –cada noche, Fernando encuentra un ramo de tulipanes que ella le ha dejado-. Allí Rosalba se gana el pan con su trabajo, después de su escape realizado sin trauma
y sin culpa. Adquiere también fortaleza, y la torpeza que muestra en su anterior hogar donde deja caer un florero y porta una
caja con un sol quebrado, se transforma ahora en seguridad como mujer y como
persona útil en su medio. Ya puede danzar y cantar. Ya su acordeón emite las mejores notas. Ya la búsqueda de su
felicidad tiene sentido.
Ganó 9 Premios Donatello en el año 2000, incluyendo mejor película. Dirigida por Silvio Sodini y ambientada en espacios cotidianos de Venecia, la ciudad de los canales, sin turistas y con verdadero sabor italiano.