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COMPARTIR LOS COMENTARIOS Y OBSERVACIONES QUE HACEMOS DE LAS PELÍCULAS QUE DISFRUTAMOS EN NUESTRO TIEMPO LIBRE. GENERALMENTE TIENEN COMO TEMA CENTRAL A LA MUJER Y BUSCAMOS UN TIPO DE CINE QUE NOS PERMITA ACERCARNOS AL SER HUMANO CON PRUDENCIA Y LEALTAD.



jueves, 4 de julio de 2013

LAS CENIZAS DE LA LUZ

“Deseo la luz más que nada en el mundo”.
“Dios mío, te pido otra oportunidad para comenzar una nueva vida”.
 
Una reflexión sobre la insatisfacción del ser humano y una reivindicación sobre la capacidad de asombro son los temas centrales de esta película. Nos plantea cómo es de difícil encontrar la felicidad sin la ayuda de ese mundo interior que nos da la luz y permite que reflejemos nuestra verdadera identidad. No es fácil para una persona ciega llegar al mundo de los videntes sin una preparación previa, sin un acompañamiento psicológico que dé las armas para enfrentar la realidad y adaptarse a esa nueva vida.  Esto sucede en Yusef (Parviz Parastui), un profesor universitario de 46 años que desde los 8 años carece de la visión y después de unos exámenes médicos y una cirugía exitosa, recupera la vista. De inmediato empieza a apreciar cada detalle, cada rostro, cada movimiento, olvidándose de su entorno y de las personas que siempre ha tenido cerca como su esposa e hija, y su madre. Entra en un mundo de confusiones y empieza a alejarse de lo que antes tenía valor para él, desconociendo la importancia de su familia, su trabajo y sus libros. No logra adaptarse a esta nueva vida y al parecer, no se acepta, ni se reconoce, sintiendo lástima de sí mismo. Pierde su verdadera imagen al querer romper con su pasado e intentar recobrar el tiempo perdido pues considera que es merecedor de un verdadero cambio, lejos de ese sentimiento de compasión del que era víctima. Abre los ojos a la ilusión y desconoce que la realidad está dentro de sí, olvidándose de apreciar lo que tiene y de ver lo que lo rodea desde su mundo interior.
 
Otro enfoque de la ceguera que nos impide apreciar la riqueza de ese mundo sensible que no vemos con los ojos, pero sí podríamos llegar a él a través del alma. En una actuación espectacular, Yusef saborea texturas, sombras, luces y detalles de la realidad. Aprende a leer con otros signos y a percibir cada elemento de la naturaleza con verdadera devoción evitando diálogos y parlamentos que lo aíslen de sus sollozos y de sus quejidos. Todo un viaje al interior del ser humano, semejante a estar en el útero materno y desde allí, enviar mensajes que den valor a esa espiritualidad que no logró apreciar plenamente nuestro protagonista. Mucho simbolismo hay en esta película de 96 minutos del director iraní Majid Majidi (Teherán, 1959), muy valiosa por sus aportes artísticos, música y fotografía.