UN ESPACIO PARA...

COMPARTIR LOS COMENTARIOS Y OBSERVACIONES QUE HACEMOS DE LAS PELÍCULAS QUE DISFRUTAMOS EN NUESTRO TIEMPO LIBRE. GENERALMENTE TIENEN COMO TEMA CENTRAL A LA MUJER Y BUSCAMOS UN TIPO DE CINE QUE NOS PERMITA ACERCARNOS AL SER HUMANO CON PRUDENCIA Y LEALTAD.



martes, 9 de septiembre de 2014

SIEMPRE ESTARÉ CONTIGO

ELOGIO DE LA SOMBRA

La vejez (tal es el nombre que los otros le dan)
puede ser el tiempo de nuestra dicha.
El animal ha muerto o casi ha muerto.
Quedan el hombre y su alma.
Vivo entre formas luminosas y vagas
que no son aún la tiniebla.
Buenos Aires,
que antes se desgarraba en arrabales
hacia la llanura incesante,
ha vuelto a ser la Recoleta, el Retiro,
las borrosas calles del Once
y las precarias casas viejas
que aún llamamos el Sur.
Siempre en mi vida fueron demasiadas las cosas;
Demócrito de Abdera se arrancó los ojos para pensar;
el tiempo ha sido mi Demócrito.
Esta penumbra es lenta y no duele;
fluye por un manso declive
y se parece a la eternidad.
Mis amigos no tienen cara,
las mujeres son lo que fueron hace ya tantos años,
las esquinas pueden ser otras,
no hay letras en las páginas de los libros.
Todo esto debería atemorizarme,
pero es una dulzura, un regreso.
De las generaciones de los textos que hay en la tierra
sólo habré leído unos pocos,
los que sigo leyendo en la memoria,
leyendo y transformando.
Del Sur, del Este, del Oeste, del Norte,
convergen los caminos que me han traído
a mi secreto centro.
Esos caminos fueron ecos y pasos,
mujeres, hombres, agonías, resurrecciones,
días y noches,
entresueños y sueños,
cada ínfimo instante del ayer
y de los ayeres del mundo,
la firme espada del danés y la luna del persa,
los actos de los muertos,
el compartido amor, las palabras,
Emerson y la nieve y tantas cosas.
Ahora puedo olvidarlas. Llego a mi centro,
a mi álgebra y mi clave,
a mi espejo.
Pronto sabré quién soy.
JORGE LUIS BORGES



Valioso el inicio que le dimos a esta película con el poema de Borges y que nos puso a tono con el tema de la vejez. Siempre estaré contigo o Still Mine es una historia de verdadero amor, de aceptación, de entereza y de mucha dignidad combinada con una independencia ejemplar que impide dejarse manipular, a pesar de los años y del intento de intromisión de los hijos. Es lo que vive una pareja de ancianos con un criterio fuerte, deseosa de vencer los pronósticos de la edad madura en la que usualmente se espera que se recluyan en su soledad y acepten la ayuda y compañía de los suyos. Lo hacemos en nuestro medio y buscamos sobreprotegerlos para evitarles problemas.
Admirable entonces la actitud de Craig (James Cromwell) quien a sus ochenta años y con un nivel sociocultural alto intenta construir una casa en la propiedad que él tiene y donde ha trabajado toda su vida. Allí, en los campos de New Brunswick, Canadá, encuentra todos los obstáculos imaginables, producto de las exigencias del mundo de hoy. Ya no puede construir su casa en unas cuantas semanas –como lo hacía antes con su padres- y sin los permisos correspondientes. Él, que vive con su esposa Irene (Geneviève Bujold) desde hace 61 años, es consciente de los cambios de la época, de su edad y que les cuesta ganarse la vida fácilmente, pero vence estas dificultades y asume el reto de salir adelante. Tiene fuerzas, espíritu jovial y el sueño de regalarle una casa a la mujer que ama y que empieza a mostrar signos de demencia, por lo que necesita un espacio más pequeño y de un solo nivel. Posee múltiples conocimientos en las áreas de la arquitectura, ingeniería y geología, y también la sabiduría ancestral y la flexibilidad que le da la experiencia; sin embargo, esto no basta para enfrentar las exigencias  modernas. Presenta entonces una resistencia pacífica y civil frente a la burocracia y a los intríngulis de la institucionalidad que lo obligan a seguir lineamientos de la construcción del siglo XXI. Debe respetar la ley y tiene que acogerse a ella ayudado por el poder de la prensa que hace su aparición para salvarlo y conquistar su reto.
Una película canadiense del 2012 dirigida por Michael McGowan en la que la casa es la representación de la memoria, el símbolo de uno mismo, y la mesa es la vida de la familia.  Ganó diversas nominaciones para los premios canadienses del 2013 y sus protagonistas estuvieron nominados al Oscar en este mismo año. Un mensaje edificante que muestra que la edad no es impedimento para la realización de muchos deseos. 
 
“La edad es una abstracción y no una camisa de fuerza”

“Debe ser muy duro levantarse a diario temiendo tropezarse con su propia sombra"

"Esta es una de las ventajas de envejecer. No te importa mucho guardar las apariencias”

“Nos tenemos el uno al otro, lo demás es ganancia"



EL SUEÑO DE ALEXANDRIA

El sueño de Alexandria o The fall en su versión original, del director hindú Tarsem Singh, ganó el premio como mejor película en el Festival de Cine de Sitges 2007 y es considerada “un canto al amor, a la fantasía y al cine”. Fue filmada en cuatro años y rodada en 25 países. 
 
¿Cómo representar a través del cine, la historia de los conflictos que ha vivido la humanidad? ¿Cómo cruzar ese umbral entre lo real y lo irreal, entre lo vivido y lo soñado? Siempre ha existido y existirá un contador y un receptor que interprete los acontecimientos. Así, ayudados por el poder de la imaginación, de la lúdica y de la literatura, aparece el mito como una fantasía creíble que se alimenta de todo lo anterior y explica el estado emocional del hombre y de todas sus luchas para sobrevivir. Un homenaje a los contadores de historias que transportan esos sueños de la fantasía a la realidad. El cine les da vida y con la ayuda de instrumentos ópticos, hace una mezcla de diversas culturas, historias, religiones y mitos. Toda una alegoría del hombre que lucha por vivir, con sus sueños, sus angustias y sus sentimientos.
Es el año 1920 y todo empieza como en un cuento de hadas. Se establece una relación entre Roy (Lee Pace), un doble de escenas de acción que ha intentado quitarse la vida por una decepción amorosa y está recluido en un hospital de Los Ángeles, y Alexandria (Cantinca Untaru), una niña que también llega allí porque tiene un brazo roto. Roy emprende la tarea de contarle a esta pequeña una historia maravillosa para exorcizar su dolor y para entretener su mente, ansiosa de fantasía. Ella, a su vez, le ayudará a conseguir el opio que necesita para evadir su dura realidad. Juntos traspasan fronteras y emprenden un viaje a diferentes sitios del mundo donde cambiarán el dolor y el sufrimiento por el encuentro con cinco hombres desterrados que buscan la venganza contra un enemigo que los llevará a lugares lejanos y mágicos. Un espectáculo lleno de imaginación visual, con héroes y villanos, en ricos y variados paisajes, con bella música y mezclas surrealistas bien cuidadas.