UN ESPACIO PARA...

COMPARTIR LOS COMENTARIOS Y OBSERVACIONES QUE HACEMOS DE LAS PELÍCULAS QUE DISFRUTAMOS EN NUESTRO TIEMPO LIBRE. GENERALMENTE TIENEN COMO TEMA CENTRAL A LA MUJER Y BUSCAMOS UN TIPO DE CINE QUE NOS PERMITA ACERCARNOS AL SER HUMANO CON PRUDENCIA Y LEALTAD.



viernes, 21 de febrero de 2014

EN LA CASA



 “La vida sin historias no vale nada”. 
 
“Ni siquiera la lluvia baila descalza”. 

Una nueva forma de mirar el mundo es con la ayuda del lenguaje. Este nos ayuda a diseñarlo, a entretejer esa realidad con las palabras y a hacer de ellas un cúmulo de fantasías y de deseos, de verdades y de ilusiones. El poder de la libertad nos hace sentir esa belleza, nos hace estremecer con esos sonidos, con esa búsqueda de la armonía, de hallarle otro sentido a lo que se vive. Porque el mundo del arte es un mundo traspasado por los sueños, por esa riqueza tan propia del ser humano que le da la oportunidad de crear. En este caso, una narrativa que se teje continuamente sin encontrar muchas veces esos hilos que separan lo expresado de lo vivido. ¿Qué es lo verosímil y lo inverosímil? ¿Qué es lo real y lo irreal? 

Este ejercicio de escribir fue el que llevó al profesor de literatura Germain (Fabrice Luchini) a la búsqueda de un estudiante que pudiera encontrar placer en el manejo de la palabra, de transmitir con el lenguaje una nueva forma de ver el mundo y de expresarlo. Cansado de su tarea, encuentra al fin a un joven de 17 años, Claude Garcia (Ernst Umhauer), que se ubica en la última fila de su salón de clases y lo deslumbra por su capacidad para escribir y transmitir emociones con sus textos. Inicia con él un trabajo intenso de escritura creativa que poco a poco los va llevando a terrenos prohibidos en los que el maestro debió medir las consecuencias de sus actos y poner límites a situaciones que el muchacho no podía transgredir. Un giro intenso da la película y se castiga al profesor que ha permitido al joven cruzar fronteras indeseadas, pero que a la vez ha incentivado su  creatividad y ha podido ir más allá de su mundo inmediato. 

Una película cargada de ironía y con un tejido narrativo muy bien logrado. Es inherente al ser humano saber cómo vive el otro, cómo siente y cómo desea el otro; al mismo tiempo, organizar ese mundo y penetrar en él para saciar esa sed morbosa de estar ahí. Eso hace el joven, un buen ejercicio de observación que lo lleva a infiltrarse a hurtadillas en la vida del otro. Se atreve a penetrar en la vida familiar de uno de sus compañeros y a fisgonear cada uno de sus actos y pertenencias. Terminará entonces confundiendo la literatura con las vivencias ajenas, y llevando al espectador a mezclar la realidad con la imaginación del protagonista. Además de perturbar cada vez más a su profesor con sus narraciones atrevidas, sin tener en cuenta las correcciones que éste le hace. Al final, podemos ver a un maestro contento porque pudo dar origen a un verdadero escritor, y así, tal vez, su sueño insatisfecho de adulto encuentre el rumbo que él no pudo lograr. Y de paso, nos invita a seguir mirando el mundo con ojos de creador para encontrar en lo que vemos y leemos una forma de alentar nuestros anhelos y exorcizar nuestros temores.  

El pequeño mono me mira...
¡Quisiera decirme
algo que se le olvida!
                                                      José Juan Tablada 

François Ozon es el director de En la casa, película francesa nominada a varios premios en el 2012 y ganadora de la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián por mejor película y mejor guión. Se basó en la obra El último chico de la fila, de Juan Mayorga donde hace una crítica a maestros y estudiantes, y explora el arte de la escritura. Está plagada de excelentes actores, variadas referencias literarias que le dan riqueza al contenido y una rica banda sonora.