Bien se ha dicho que la trampa es el delito más inteligente que hay, el artífice de una maquinaria que todo lo envuelve y termina cobrando réditos a quienes menos lo esperan. Una tarea nada fácil para dos actores como Ricardo Darín y Gastón Pauls que la asumieron con éxito en el año 2000 bajo la dirección de Fabián Bielinsky. Esta obra maestra del cine policial argentino ha ganado 21 premios internacionales y es considerada un clásico de la cinematografía de este país.
Marcos
y Paul, dos estafadores de diferentes edades, se encuentran accidentalmente y
deciden trabajar juntos. Marcos, el mayor y más aventajado, sorprende a Paul
con cada uno de sus chantajes y lo motiva a seguir adelante en su trabajo
delincuencial. Así inician un dueto conformado por el maestro y el aprendiz que
se irá afianzando cada día hasta que se les ofrece la gran oportunidad que
consideran los sacará de problemas y los hará ricos. Un antiguo compañero de Marcos,
ha sufrido un ataque cardíaco, y alguien debe remplazarlo en su negocio de
vender una colección de estampillas falsas por un valor de medio millón de
dólares. Son las nueve reinas que provienen de la República de Weimar. Nuestros
protagonistas vivirán una cantidad de aventuras que mantendrán al espectador en
continuo suspenso y lo asombrarán con un inesperado final. Será un rompecabezas
muy atractivo, propio del cine de estafadores, en el que encuentran la simpatía del público, aunque en su desenlace se reconozca
el engaño y se termine siendo víctima de este juego
fraudulento. Una película dinámica,
ingeniosa y divertida.
"Cuando
escribí Nueve reinas, lo hice sin pensar en el público, en la crítica, en si
era más o menos comercial. Pero después del estreno, la gente se hizo militante
de la película. Decía que le gustaba sobre todo porque era argentina y se
reconocía en ella”.
F. Bielinsky
F. Bielinsky