El tema de la
adopción mezclado con el deseo de buscar a la familia original son los móviles
de esta película cuyo título original es LION. Tema que conmueve si lo ubicamos en la India de la época
actual donde, por su multitudinaria población, encontramos cifras alarmantes
como la desaparición anual de más de 100.000 niños. Todo un drama social
es esta toma de conciencia sobre los pequeños que se pierden o que son
separados de sus padres, y al llegar a la madurez viven una crisis de identidad
que los lleva a investigar sus raíces.
Este primer largometraje de Garth Davis, aplaudido en el festival de cine de Toronto, está basado en hechos reales contados en “Un camino a casa”, la autobiografía de Saroo Brierley. En ella vemos cómo Saroo, un niño humilde de apenas 5 años, desaparece de las manos de su hermano mayor en una estación y termina viajando en un tren hindú que va a miles de kilómetros lejos su casa. Llega a Calcuta donde desconoce su idioma y vive en la calle expuesto a innumerables peligros. Después de un buen tiempo, es enviado a un orfanato y finalmente adoptado por una pareja de australianos en la isla de Tasmania. Allí es educado con otro hermano adoptivo quien no responde a todas las bondades y buena educación que le brindan sus padres (interpretados Nicole Kidman y David Wenham). Saroo crece como un niño normal y aprovecha la riqueza material y moral de esta familia para salir adelante. Sin embargo, siendo ya un joven de más de 20 años, empiezan a asediarlo imágenes de un pasado que lo acercan a su infancia. Ve a su madre, a sus hermanos y a su aldea con tal fuerza que no puede deshacerse de ellos. Saroo se obsesiona con estas visiones y abandona su presente hasta el punto de olvidarse de sus padres y de su novia. Todos esperan una respuesta a esta situación de aislamiento cuya causa desconocen, mientras él dedica semanas enteras a buscar en los mapas y en internet el lugar donde encontrar a su familia. ¿Será posible llegar a las huellas de su pasado sin sacrificar su presente? ¿Será más verdadera su familia de sangre que aquella que lo ha acogido incondicionalmente?
Este primer largometraje de Garth Davis, aplaudido en el festival de cine de Toronto, está basado en hechos reales contados en “Un camino a casa”, la autobiografía de Saroo Brierley. En ella vemos cómo Saroo, un niño humilde de apenas 5 años, desaparece de las manos de su hermano mayor en una estación y termina viajando en un tren hindú que va a miles de kilómetros lejos su casa. Llega a Calcuta donde desconoce su idioma y vive en la calle expuesto a innumerables peligros. Después de un buen tiempo, es enviado a un orfanato y finalmente adoptado por una pareja de australianos en la isla de Tasmania. Allí es educado con otro hermano adoptivo quien no responde a todas las bondades y buena educación que le brindan sus padres (interpretados Nicole Kidman y David Wenham). Saroo crece como un niño normal y aprovecha la riqueza material y moral de esta familia para salir adelante. Sin embargo, siendo ya un joven de más de 20 años, empiezan a asediarlo imágenes de un pasado que lo acercan a su infancia. Ve a su madre, a sus hermanos y a su aldea con tal fuerza que no puede deshacerse de ellos. Saroo se obsesiona con estas visiones y abandona su presente hasta el punto de olvidarse de sus padres y de su novia. Todos esperan una respuesta a esta situación de aislamiento cuya causa desconocen, mientras él dedica semanas enteras a buscar en los mapas y en internet el lugar donde encontrar a su familia. ¿Será posible llegar a las huellas de su pasado sin sacrificar su presente? ¿Será más verdadera su familia de sangre que aquella que lo ha acogido incondicionalmente?
Un contraste entre dos culturas
nos exhibe esta película del año 2016 que llega a los barrios de extrema
pobreza de la India y a los bellos paisajes de Tasmania. Tuvo seis nominaciones
a los premios Oscar del presente año: mejor película, mejor actor y actriz de
reparto, mejor guion adaptado, mejor banda sonora y mejor fotografía. Una cinta conmovedora que da la mejor presentación de su director.
“Una reflexión sobria y profundamente emotiva sobre la familia, las raíces y la identidad”.