
Esta comedia negra de 132 minutos impacta porque muestra al ser humano como el peor enemigo de nuestra sociedad, hasta el punto de ser calificada de “hiriente y conmovedora”. Para lograrlo presenta una marcada división de clases, como dos polos en los que aparecen los ricos y los pobres; los primeros acomodados, manipuladores y ajenos a todas las dificultades que viven los que están a su alrededor, y los segundos, inmensamente miserables e incapaces de ascender en el plano social, a pesar de los mecanismos empleados, muchas veces absurdos. Dos clases que, no obstante las diferencias, deben coexistir. Sin embargo, en ese abismo que los une, Bong Joon-ho intenta penetrar y diseñar una radiografía de los verdaderos parásitos de la sociedad, de la cual nadie saldrá libre, ni estará ajeno a tanta maldad.
Nos costó aceptarla y entenderla, en especial los excesos
desaforados en la sección final de la película. Para concluir, después de
muchos comentarios y opiniones encontradas, adoptamos las palabras de Piedad
Bonett que consideramos bastante acertadas y las incluimos en este blog para que nuestros lectores tengan acceso a ellas. Anexamos una parte de dicha crítica:
"Hay muchas razones para ver esta obra de humor negro, a la vez hilarante y brutal, de la que salimos golpeados. En primer lugar, que Parásito es una obra emblemática de estos tiempos, pues nos permite evidenciar la atroz naturalización con que vivimos la desigualdad, la discriminación y la utilización del otro. Y en segundo lugar, que lo logra de forma muy original, con recursos cinematográficos cercanos al teatro —a la comedia de equivocaciones con sus simetrías y su poder de síntesis— y a la picaresca, y con un manejo de lo desmesurado que la mantiene en el filo de lo absurdo y que, a pesar de rozar lo inverosímil, atrapa desde un comienzo al espectador, que oscila entre la risa abierta y el estupor".
http://www.elespectador.com/opinion/los-de-abajo-columna-900370