"Ésta eres tu, los ojos cerrados, bajo la lluvia. Nunca imaginaste que harías algo así, nunca te habías visto como… mmm… no sé como describirlo, como, una de esas personas a las que les gusta la luna o que pasan horas contemplando las olas o una puesta de sol. Seguro que sabes de qué gente estoy hablando… o tal vez no. Da igual, a ti te gusta estar así, desafiando el frío, sintiendo como el agua empapa tu camiseta y te moja la piel. Y notar como la tierra se vuelve mullida bajo tus pies y... el olor, y el sonido de la lluvia al golpear las hojas. Todas esas cosas que dicen en libros que no has leído… ésta eres tú. Quien lo iba a decir, tú".
Una película que hace la mejor invitación a vivir, a través de la proximidad de la muerte. Una despedida sensible y conmovedora de quien ha tenido una vida muy limitada y ahora, en los últimos días de su existencia, descubre el placer de vivir. Una búsqueda de espacios vitales para comprender el sentido de la muerte a través del valor de la vida.
Anne, de 23 años, que trabaja como aseadora nocturna en una universidad, sabe que va a morir y decide vivir intensamente, sin contárselo a nadie. Sólo nosotros, los espectadores, conocemos su situación y compartimos con ella los últimos dos meses que le diagnostica su médico. Así, mientras la vida se le escapa, olvida sus sufrimientos y da muestras de cariño y comprensión a su compañero Don, a la vez que se entrega con amor a sus dos pequeñas hijas a quienes les dedica mensajes que recibirán en cada uno de los cumpleaños venideros. Con su madre, con quien ha tenido dificultades, trata de llevarla bien y visita a su padre en la cárcel donde lleva 10 años recluido. Por otra parte, encuentra a Lee, un amante a quien enamorar, y hasta intenta cambiar su aspecto físico para hacerle frente a esta dura realidad. Además trata de que su hogar no perezca y logra conseguir una persona con la intención de suplir su ausencia en el hogar.
En otras palabras, quiere vivir los últimos días con total intensidad y aprovechar este tiempo para cumplir con las cosas que deseó hacer antes de morirse. Quiere cambiar y ser mejor pues para ella ya no existe el “hasta pronto”, sólo el presente con toda una entrega de honestidad y transparencia. Quiere olvidarse de su enfermedad y aprovechar el tiempo para buscar ese equilibrio entre el amor y el recuerdo, entre la vida y la muerte. Quiere hacer caso omiso del consumismo, de la publicidad, de la religión, de las posiciones políticas, y de toda clase de convencionalismos para despertar a la conciencia de un mundo libre, digno de ser vivido. Quiere lograr un verdadero sentido al derecho a morir dignamente que no es más que “el derecho a vivir dignamente”. Queda, eso sí, la discusión de si es egoísmo o valentía la decisión de llevar a cabo este derecho tan personal sin confiarle a nadie la proximidad de la muerte.
En otras palabras, quiere vivir los últimos días con total intensidad y aprovechar este tiempo para cumplir con las cosas que deseó hacer antes de morirse. Quiere cambiar y ser mejor pues para ella ya no existe el “hasta pronto”, sólo el presente con toda una entrega de honestidad y transparencia. Quiere olvidarse de su enfermedad y aprovechar el tiempo para buscar ese equilibrio entre el amor y el recuerdo, entre la vida y la muerte. Quiere hacer caso omiso del consumismo, de la publicidad, de la religión, de las posiciones políticas, y de toda clase de convencionalismos para despertar a la conciencia de un mundo libre, digno de ser vivido. Quiere lograr un verdadero sentido al derecho a morir dignamente que no es más que “el derecho a vivir dignamente”. Queda, eso sí, la discusión de si es egoísmo o valentía la decisión de llevar a cabo este derecho tan personal sin confiarle a nadie la proximidad de la muerte.
Encontramos en esta película toda una reflexión sobre la vida llevada a cabo por Isabel Coixet acompañada de Pedro Almodóvar. Estos dos valiosos nombres y la representación de Sarah Polley como Anne, logran una producción que conmueve, pero sin saciarse en el dolor. Difícil representar la muerte con valentía y con ese sentido de que lo más importante está en la vida, en el amor a ella, en esa lucha por ser felices.
Lilia: haces aquí una buena sinopsis de esta película que nos permitió hacer un debate muy interesante sobre la forma de vivir la vida y enfrentar la realidad de la muerte, el derecho a vivir/morir dignamente, y a cuestionar nuestras actitudes en el entendido de que la muerte está acechando mientras creemos que no es con nosotros. Importante reflexionar sobre estos temas.
ResponderEliminarEl aporte de Juanita con loa lectura de poemas relacionados al tema, maravilloso! Vale la pena publicarlos. Yo me aprendí ya éste:
No volveré a ser joven
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
"Poemas póstumos" 1968 Jaime Gil de Biedma
Gracias Olga Lucía. Muy valiosos tus comentarios y acertada la idea de incluir los poemas que nos regaló Juana. Sin embargo, éste lo veo muy bien acá. Hablamos al respecto.
ResponderEliminarCómo me hubiera gustado ver esta película con ustedes. Cuando uno enfrenta la muerte de cerca, son muchas las cosas que cambian en su vida. Lilia, gracias por reseñar estas películas. Así, aunque esté lejos, me siento parte del grupo. Saludes para todos. Aleyda.
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