¿Hasta qué punto llega el derecho de los padres a imponer cambios bruscos en la vida de los hijos y cómo será el futuro de estos? ¿Hasta dónde es conveniente que lleven a sus niños a una manifestación política? ¿Es justo que estos pequeños asuman el costo de la decisión política de sus padres?
Estos son los principales
interrogantes que nos planteamos ante la visión de esta película nominada
al Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance en el año 2006. Una cinta
francesa, de la directora Julie Gavras, que tiene a una niña de 9 años como protagonista de un tema
netamente político e histórico. En 99 minutos vemos a Anna enfrentar numerosos
cambios en su estilo de vida, desde lo ordenado y apacible hasta lo
desorganizado y complejo. Es la época de la lucha en España contra el general
Francisco Franco durante la década de 1970 y de la victoria y posterior
derrocamiento del presidente de Chile, Salvador Allende en 1973. El tío de
Anna que es comunista es arrestado y muere, y sus padres desorganizan su vida
burguesa en París para involucrarse en los problemas sociales de la época, al
punto de reemplazar su ideología y convertirse en activistas radicales. Así, esta
pequeña de 9 años y su hermano de 5 van cambiando de vivienda, de niñera, de visitantes
en casa, de comida, hasta de religión; y son sometidos a las frecuentes ausencias
de sus padres, lo que obliga a Anna asumir la responsabilidad del pequeño, quien a su vez siempre tiene argumentos para tranquilizarla. El cerebro de ella percibe todas estas transformaciones como anormales
y no se adapta a ellas. Las palabras lucha contra el imperialismo, revolución, militantes
de izquierda, feminismo, salud reproductiva, altruismo y solidaridad son
frecuentes en su diario vivir y muestra una resistencia a todas estas vivencias,
al tiempo que digiere su sentido, logrando al fin tener su propia mirada de la
realidad.
Esta ópera prima de la hija del
realizador griego Costa-Graves es una historia que narra el descubrimiento de
un entorno social que para una menor es difícil de asimilar. De manera que debe
sacrificar su infancia frente a unos padres comprometidos políticamente que le
niegan su libertad. A cambio de esto aprende el valor del espíritu de grupo, que
no es más que el deseo de conservar a su propia familia. Además, y a pesar de
su edad, se ve obligada a madurar ya que sopesa distintas realidades, investiga
sobre ellas, interroga constantemente y saca sus propias conclusiones. Un trabajo enriquecedor basado en la novela
original de Domitilla Calamai.
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