Algunos conceptúan que “la
guerra es una especie de catarsis social” que la humanidad necesita para sacar
de la psique tanta angustia, dolor y presiones de la vida. Una guerra que
esperamos agonice y la humanidad se canse al fin de sobrevivir para matarnos. Es
cierto que la lucha es propia del ser humano y que hemos vivido bajo el
estandarte de guerreros y criminales enfrentándonos a la violencia en todo su
rigor, pero consideramos que ya es tiempo de sacar una generación que sea capaz
de buscar la solución. Las nuevas generaciones deben educarse bajo el lema de la no violencia y evitar que el ser humano esté buscando siempre la razón para vengarse. Ahora, ser correcto, debe apuntar a la
no guerra, a la no agresión, al pulimiento de esa psique perversa que tanto mal
nos ha hecho. La inquietud es ¿cómo educar para el postconflicto, para incluir,
para encontrar la diferencia, para ser correctos usando la razón?
Esa guerra es la realidad de esta película en
la que los botones están representando una situación anómala. En un poblado de
Francia, en 1944 cuando todavía hay huellas de la ocupación alemana, en la segunda
guerra mundial, se enfrenta un grupo de chicos llamados los pillos de Longeverne
con otro grupo de un pueblo vecino, los Velrans, y en cada uno de sus encuentros
-que parecen una verdadera batalla campal- deciden arrancar los botones de la
ropa del equipo que resulte vencido. Quien más botones adquiera, será el
vencedor. Esta situación mina la estima del grupo perdedor ya que no solo
implica arrancar los botones sino la humillación y las burlas que reciben del
contrincante a quien siempre han odiado. Así vemos al héroe virtuoso ufanándose
de su papel y al grupo vencedor burlado e intentando cambiar su rumbo en la
próxima lucha que cada vez adquiere tintes de mayor agresividad. En medio de
esto, se encuentra una niña judía que ha logrado camuflarse entre la población
y hacerse amiga del grupo de Longeverne, quien recibe especial atención de su
líder. Más tarde cuando se desata el temor entre todos los niños por la llegada
de militares alemanes a su pueblo, todos se unen para ayudarla a salvar de esta persecución
nazi, con la ayuda del profesor y de los adultos que aportan para
que la verdadera guerra no traspase sus fronteras.
Una película francesa del 2011 basada en la
novela del mismo nombre de Louis Pergaud, con la dirección de Christophe
Barratier. Es una crítica a la constante rivalidad entre los hombres, así parta
de un juego de niños y parezca una situación cómica. Por fortuna, tiene un final
acogedor ya que se logra la unión, y la solidaridad hace su camino en la búsqueda
de una verdadera solución.