¿Cómo imaginar los días perfectos para el protagonista de
esta película, un hombre solo y de edad madura que vive en Tokio, y cuyo
oficio es limpiador de baños durante casi 12 horas diarias? Quizás haríamos más
preguntas en torno a su personalidad, su estilo de vida y su familia, y
seguramente sabríamos de su lucha por la supervivencia. Sin embargo, con sorpresa encontramos una
persona silenciosa, sonriente, rutinaria y satisfecha con la vida. Hirayama va
todos los días a su trabajo donde limpia los baños públicos hasta dejarlos como
nuevos, sin un asomo de molestia. Ama también los libros y la música, cultiva
flores y plantas en su pequeña casa, levanta siempre la cabeza para saludar el
día mirando al cielo, disfruta de la fotografía de luces y sombras que juegan en su vieja cámara frente a la naturaleza, recorre a diario puentes y largas avenidas para llegar al trabajo
en su furgoneta o en bicicleta, y todavía posee casetes con música que lo
entretiene mientras viaja. Estos y otros momentos muy particulares son sus
actividades rutinarias. De pronto, llega su sobrina Niko a visitarlo, comparte
con él unos días y, de esta manera, conoceremos algunos hechos de su pasado, que
parece fue difícil y le producen nostalgia.
Toda una lección de vida nos ofrece Hirayama, interpretado por
Kogi Yakusho, en la película Días Perfectos, dirigida por el alemán Win
Wenders. Fue nominada al premio Oscar de este año como
Mejor Película Internacional y ganadora del premio a Mejor Actor en el Festival
de Cannes. En ella, su director da una mirada humanista a sitios inesperados,
habitados por un ciudadano sencillo que ama los clásicos del rock y del pop (entre
ellos Días Perfectos de Lou Reed) y que asume con dignidad su trabajo. Por ello, siempre lo vemos sonriente,
en paz consigo mismo y en “un
ahora que es ahora”, como él mismo lo dice; porque para él lo más importante es vivir el momento presente. En otras palabras, muestra una ética que le da inmenso
valor a su esencia de
hombre libre y al ambiente cotidiano que lo rodea, cargado de belleza y
serenidad. Un mensaje lleno esperanzas en los pequeños momentos del diario vivir que nos hacen felices.
De acuerdo. Gracias por ampliar la óptica sobre esta maravillosa película.
ResponderEliminarEs una película para ver varias veces y aprender de ella qué es lo importante y como deberíamos vivir, todo un regalo!
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