“¿Habremos sido el uno para el otro en nuestras vidas pasadas?”. Hae Sung
“Sueñas en un idioma que apenas entiendo. Es como si
hubiera un gran espacio dentro de ti al cual no puedo llegar”. Arthur
“Aquí es donde me encontré a mí misma. Significa que mi
lugar está aquí”. Nora
Sus protagonistas de Corea del
Sur, Na Young (Greta Lee) y Hae Sang (Teo Yoo), se conocen desde
la infancia y cuando tienen 10 años deben transitar por caminos separados, pues
Na Yong emigra a Canadá con su familia. Ha pasado mucho tiempo y Hae Sang,
quien no ha podido olvidarla, empieza una búsqueda intensa a través de la red
hasta que finalmente la encuentra. Ya la niña ha cambiado de nombre, es Nora, una
estudiante de teatro en Nueva York que convive con Arthur (John Magaro), un
escritor norteamericano. Por su parte, Hae Sung reside aún en Corea y espera
graduarse como ingeniero. Así, después de 12 años, cruza el océano y logra el
encuentro anhelado. Será la oportunidad de recuperar el tiempo perdido y de
enfrentar el destino que los une después de tanta ausencia. Sin embargo, no hay
romance; domina un silencio profundo, lleno de quietud y de miradas que buscan conectarse,
sin lograrlo, porque no hay un pleno encuentro. La vida los ha separado y el
afecto infantil ha evolucionado con el paso del tiempo; también repercute la
emigración y el cambio de identidad que ha asumido Nora para poder avanzar y
adquirir otra cultura. Hay dolor, en especial para Hae Sang quien esperaba
hacer realidad ese amor interrumpido; mientras que Nora, llena de recuerdos y
de sentimientos, llora porque tiene la certeza de que no va a volver atrás.
Vidas pasadas es una historia de amor que hace realidad el concepto coreano del in-yun para definir el destino o “las relaciones entre personas destinadas a reencontrarse y tener una conexión especial, ya sea en su vida actual o en las anteriores”.